En medio del contexto violento que ha azotado al noreste del país en los últimos días, dos grupos armados se señalan mutuamente como responsables de la masacre en Tibú, Norte de Santander.
Según el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Frente 33 de las disidencias de las Farc serían los asesinos de la familia López Durán en este municipio, cuando se trasladaban en un carro fúnebre.
En un video, difundido por miembros del ELN, el grupo armado aseguró que el responsable de esta tragedia sería Leonardo Pérez, alias Lalo, líder de las disidencias del Frente 33 en el corregimiento de Campo Duro.
“Pedimos a la población brindar información que permita dar con el paradero de este sujeto”, expresó el vocero del ELN sobre el supuesto autor intelectual del ataque, que tiene consternados a los habitantes de Tibú.
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Asimismo, alias Antonio García, el líder del ELN, aseguró que su organización no tiene nada que ver con este triple crimen, el cual fue el detonante para la ola de violencia que enfrenta en Catatumbo.
“Informamos que el ELN no tiene ninguna responsabilidad en los hechos. Denunciamos que la acción fue perpetrada por integrantes del Frente 33 de las extintas Farc”, declaró García en el video.
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Es tan grave la situación en esta región de Norte de Santander que el presidente Gustavo Petro tuvo que decretar el estado de conmoción interior, avalado por la Constitución, para hacerle frente a la escalada de violencia que ya ha dejado más de 80 muertos, 36 mil desplazados y decenas de personas desaparecidas.
Hipótesis de la masacre en Tibú
El hecho fatal ocurrió el pasado 15 de enero, cuando Miguel Ángel López, su esposa Zulay Durán y su hijo de pocos meses de nacido fueron interceptados por hombres armados que abrieron fuego sin previo aviso. En el vehículo también viajaba su otros hijo, un niño de diez años, quien resultó ileso de manera milagrosa.
Sobre este caso se han escuchado varias hipótesis, entre ellas la publicada por Revista Semana, que habría sido entregada por fuentes cercanas a la investigación, y estaría relacionada a la funeraria que administraba Miguel Ángel.
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Según este medio, el hombre habría realizado el levantamiento de cuerpos de personas asesinadas por el ELN, lo que habría desatado represalias. Sin embargo, las autoridades continúan las investigaciones respectivas para aclarar los hechos y dar con los responsables de esta masacre.
Asimismo, Semana reveló que parte de la investigación señala que López habría transportado elementos indebidos, lo que podría haberlo convertido en un objetivo para los grupos armados que operan en esta región.
Por su parte, las disidencias del Frente 33 de las Farc han rechazado las acusaciones del ELN, lo que ha generado un cruce de señalamientos entre ambos grupos armados.
