Una violenta asonada en el oriente de Cali, cerca de la terminal del MÍO de Aguablanca, dejó como saldo cuatro buses del sistema de transporte masivo MÍO y una patrulla de la Policía completamente destruidos. El ataque ocurrió durante un operativo de control de movilidad realizado por agentes de tránsito y la Policía, quienes exigían el cumplimiento de normas y la revisión de documentación de conductores y vehículos en la zona.
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El puesto de control, ubicado en las inmediaciones de la terminal, fue inicialmente intervenido por un grupo de supuestos veedores ciudadanos que, según las autoridades, incitaron a la comunidad a enfrentar a las fuerzas del orden. Con el paso del tiempo, la tensión escaló y la situación se tornó cada vez más hostil, lo que llevó a la intervención de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden para restaurar el orden.
Durante los disturbios, varios individuos atacaron a policías y agentes de tránsito con piedras y objetos contundentes. Los daños más significativos se registraron en los vehículos, donde los agresores vandalizaron cuatro buses del MÍO y una patrulla de la Policía, lo que obligó a la suspensión de la circulación de los buses afectados para su reparación.
Un conductor del MÍO denunció los daños en un video, señalando que no fue informado de los ataques. “Vean cómo me volvieron el bus, y a mí nadie me avisó que por acá estaban vandalizando los carros”, dijo el hombre.
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Ricardo Salazar, vocero de los usuarios del MÍO, expresó su preocupación por el impacto que este tipo de actos tiene sobre la calidad del servicio y la seguridad de los pasajeros. Las autoridades continúan investigando el caso y buscan a los responsables para iniciar las acciones judiciales correspondientes.