Domingo 4 de la tarde en el Palacio de San Carlos, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en Bogotá. El canciller saliente Luis Gilberto Murillo; Laura Sarabia, la número dos del Gobierno; Luis Carlos Reyes, ministro de Comercio, el vicecanciller Jorge Rojas se reunieron y el embajador Daniel García (vía telefónica) llamaban afanosamente a aliados y socios de la administración de Donald Trump en Estados Unidos para apagar el incendio generado por el presidente Gustavo Petro.
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Lejos de la postura desafiante contra el gigante norteamericano de algunos integrantes del oficialismo, los funcionarios en mención sabían que, de no actuar, el país podría enfrentar una crisis sin precedentes. Murillo telefoneó a Marco Rubio, el secretario de Estado de Trump, y se enlazó con Mauricio ClaverCarone, enviado especial para América Latina. Sarabia movió sus fichas. También se comunicaron con congresistas y cercanos a Trump para mediar.
La diplomacia, en este caso, tuvo efecto temprano, pero la bandera blanca por parte de Estados Unidos se demoró en aparecer hasta las 11 de la noche, alimentando la incertidumbre. La Casa Blanca pegó primero al publicar un comunicado, quedando como ganadora de la contienda. La Cancillería no quiso confrontar y las asperezas se limaron.
Sin embargo, quedaron en evidencia las fallas de Petro para comunicarse. De acuerdo con lo que relató Daniel García-Peña, embajador de Colombia en EE. UU., a la prensa, el ‘trino’ de Petro en la madrugada fue una sorpresa. “El presidente no consultó con nadie y sí fue una sorpresa, yo me enteré de la situación cuando el teléfono empezó a sonar a las 5 de la mañana”.
Desde esa hora se puso en comunicación con el saliente canciller Luis Gilberto Murillo, su reemplazo Laura Sarabia, el vicecanciller Jorge García y el propio Gustavo Petro.
Aseguró que fueron largas horas de conversaciones entre el mismo gobierno y la Casa Blanca, a través de Claver-Carone, y destacó que de romperse las relaciones, las consecuencias iban a ser catastróficas para ambos países.
“No se trata de decir que fue un error, no se trata de quién tiró la primera piedra. Hubo escalamiento de declaraciones de Trump sobre aranceles, pero logramos trabajar de manera mancomunada todo el día”.
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Explicó que mientras estaban reunidos en Cancillería para fortalecer los canales diplomáticos,Petro y Trump seguían intercambiando mensajes: “Están en su derecho de escribir, Trump fue elegido con convicciones de ‘América first’, así como Petro piensa en la integridad de los colombianos”.
Sin embargo, aseguró que a medida que avanzaban los diálogos, los trinos “mermaron”, ya que ambos mandatarios “decidieron darle prioridad a la salida diplomática”.
No obstante, Petro no estuvo presente en la reunión clave para la salida diplomática que se realizó en Bogotá: “Estuvimos en contacto telefónico todo el tiempo con el presidente”, sostuvo el embajador, asegurando que no estaba enterado de dónde estaba el Presidente.
Finalmente sostuvo que el tema de los vuelos en aviones militares “se terminó aclarando, las deportaciones existían de tiempo atrás, con Joe Biden hubo tensiones por el trato de los colombianos, no es nada distinto a lo que está pasando con Trump”.
“Estados Unidos aceptó los protocolos de dignidad, el resultado final tiene que ver con que los connacionales deportados sean respetados en su dignidad”, concluyó.
Trump se muestra firme
Para despejar dudas y volver a marcar el terreno, Trump realizó una alocución en la tarde de este lunes en la que hizo una contundente advertencia al presidente Petro y en general al mundo, tras las tensiones generadas con Colombia por la deportación de migrantes indocumentados.
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“Estados Unidos es respetado de nuevo. Como vieron ayer, hemos dejado muy claro a todos los países que deberán recibir de regreso a las personas que estamos enviando. Son asesinos, narcotraficantes, miembros de pandillas, criminales inmigrantes ilegales que vienen de sus países. Y si no lo hacen, pagarán un precio muy alto”, enfatizó el mandatario estadounidense sin referirse directamente al país.