El exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, ha expresado su crítica hacia el manejo que el presidente Gustavo Petro dio a la crisis diplomática con Estados Unidos, la cual alcanzó su punto álgido el pasado domingo 26 de enero. En una declaración tajante, Leyva calificó los hechos como una “tragedia” y cuestionó si la actitud de Petro fue adecuada, señalando que sus declaraciones y el momento escogido para realizarlas parecieron “impropios de su elevada condición”.
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“¿Domingo 26 de enero día fatídico para Colombia? ¿Se trató de una comedia? ¿Tragedia más bien? ¿Atinado el Jefe del Estado? ¿Desatinado? Lo manifestado por él, los momentos escogidos para hacerlo y la forma, pareció impropio de su elevada condición. ¿O sería más bien una desafortunada obra de teatro con elenco de segunda? ¿De tercera? ¿Será el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos nos debemos preparar?”, dijo el exministro.
Como la negativa de Petro a recibir a los migrantes deportados por Estados Unidos, debido a que estos venían esposados, el presidente argumentó que no se respetaban los derechos humanos de los deportados, por lo que optó por recibirlos sin las esposas. Este gesto desencadenó una serie de tensiones diplomáticas, que rápidamente escalaron hasta poner en riesgo las relaciones bilaterales, especialmente en temas sensibles como el comercio y la cooperación en seguridad.
El Gobierno colombiano reaccionó ante la creciente presión, convocando una reunión de crisis en el Palacio de San Carlos, en la que participaron figuras clave como la recién nombrada canciller Laura Sarabia, el excanciller Luis Gilberto Murillo, el embajador de Colombia en EE.UU, Daniel García-Peña, y el director del Dapre, Jorge Rojas.
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Según informó Semana, durante este proceso se dieron diferencias de enfoque entre Murillo y el presidente Petro, lo que complicó aún más la situación. No obstante, tras una serie de encuentros diplomáticos, la crisis se resolvió parcialmente, logrando que el gobierno de Trump suspendiera las sanciones anunciadas, aunque la oficina de visados en la Embajada de Estados Unidos en Colombia permaneció cerrada.
La última instancia de la crisis incluyó un viaje urgente a Washington por parte de Murillo y García-Peña, quienes se reunieron con Mauricio Claver-Carone, enviado especial para América Latina de la administración Trump. Aunque se había especulado con la reapertura de la oficina de visados esta semana, hasta el momento no se ha concretado.
En cuanto a la repatriación de los migrantes, el conflicto diplomático también estuvo marcado por los vuelos realizados por la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), que trajeron de vuelta a 306 connacionales desde EE.UU.