En medio de la creciente crisis humanitaria en el Catatumbo, el máximo cabecilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), alias ‘Antonio García’, ha lanzado duras críticas al presidente Gustavo Petro, acusándolo de ser responsable de la situación que ha llevado al desplazamiento de casi 50,000 personas en la región. Su pronunciamiento se produjo tras el anuncio de una operación conjunta entre el Gobierno colombiano y el régimen de Nicolás Maduro en la frontera, dirigida a combatir las acciones del ELN.
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García utilizó su cuenta de X para expresar su descontento, asegurando que Petro se encuentra subordinado a lo que él denomina la “doctrina militar del petágono”. En su mensaje, el líder guerrillero argumentó que el presidente colombiano ha decidido declarar el estado de conmoción interior como parte de una estrategia para intensificar la guerra contra el ELN y militarizar la frontera colombo-venezolana. “Esto forma parte de los planes de una eventual intervención militar extranjera contra Venezuela”, afirmó García.
El cabecilla guerrillero no se detuvo ahí y continuó responsabilizando a Petro por la crisis humanitaria en el Catatumbo. “Es Petro quien ha generado la crisis, promoviendo y facilitando el desplazamiento masivo bajo el pretexto de proteger a la población civil”, afirmó. Según García, el Gobierno utiliza la manipulación mediática para culpar al ELN de los desplazamientos forzados, sugiriendo que quienes aún permanecen en la zona lo hacen porque el grupo armado las tiene “confinadas”.
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Este intercambio de acusaciones se produce en un contexto de escalada de violencia en el Catatumbo, lo que llevó a la suspensión del proceso de paz entre el Gobierno y el ELN. Las negociaciones ya enfrentaban dificultades debido a las acciones terroristas cometidas por el grupo guerrillero, que el Gobierno ha señalado como una violación de los acuerdos alcanzados previamente.
La situación en el Catatumbo es crítica, con miles de desplazados que huyen de la violencia y la inseguridad. La comunidad internacional y organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por el deterioro de las condiciones de vida en la región y, a medida que las tensiones entre el Gobierno y el ELN continúan, la posibilidad de un retorno a la mesa de negociaciones se torna cada vez más incierta.