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En Colombia, la revisión de un teléfono celular por parte de un agente de la Policía Nacional está regulada y solo puede ocurrir en tres situaciones específicas. Según expertos en derecho, estas circunstancias son clave para proteger los derechos de los ciudadanos.

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La primera situación en la que un policía puede solicitar el celular es cuando el agente necesita verificar si el dispositivo ha sido reportado como robado. En este caso, el uniformado puede pedir al ciudadano que envíe un mensaje de texto para corroborar el IMEI del teléfono.

La segunda situación se da cuando existe una orden judicial emitida por un juez en el marco de un proceso penal. Si una persona es objeto de investigación, el juez puede autorizar la revisión de su celular como parte del procedimiento legal.

La tercera y última circunstancia es cuando se presenta un delito en flagrancia. Por ejemplo, si se está llevando a cabo una extorsión a través de una llamada telefónica, el policía tiene la facultad de revisar el celular para verificar los hechos ocurridos.

El abogado Jakson Peláez enfatiza que, en ninguno de estos casos, un agente puede obligar a un ciudadano a entregar su celular simplemente porque sospecha que está usando aplicaciones de transporte. Durante los retenes de tránsito, aunque es común que los policías soliciten información, no tienen la potestad de revisar el dispositivo a menos que se cumplan las condiciones mencionadas.

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La ley colombiana protege a los ciudadanos de revisiones arbitrarias de sus dispositivos móviles, garantizando que solo en situaciones específicas y justificadas un policía pueda intervenir.