El registrador nacional, Hernán Penagos, es enfático en asegurar que para desarrollar unas elecciones transparentes en Colombia hay que cuidar la mesa de votación, el punto del proceso electoral, a su juicio, más propenso a las irregularidades. Por eso hizo un llamado a todos los actores del Estado a que hagan parte del curso logístico de la entidad, que en más de una ocasión ha quedado sin soporte oficial en los distintos rincones del país.
Además, en un diálogo largo y tendido con EL HERALDO, el abogado manizalita hizo un balance de las tareas que ejecuta su oficina de cara al 2026.
¿Qué está pasando en este momento en la Registraduría de cara a las grandes citas electorales?
La Registraduría viene trabajando muy fuerte desde el año pasado, inclusive, casi 2 años antes de las elecciones, digamos, de marzo del 26 que serán el congreso el 8 de marzo y del 31 de mayo del 2026, que serán las elecciones de primera vuelta presidencial. Preparándonos porque la logística de las elecciones es monumental. Es que no podemos perder de vista que Colombia, después de Brasil y México, son las elecciones más grandes de toda Latinoamérica. Son 50 millones de personas, un censo electoral de casi 40 millones y medio de ciudadanos. Luego es una logística monumental. Estamos ya trabajando de cara a este proceso electoral, organizando lo que se conoce como la divipole, los puestos y las mesas de votación, mirando dónde tenemos que ubicarlos, donde hay que trasladar algunos otros, mirando las innovaciones que nos permitan total transparencia e integridad para las elecciones del año entrante.
¿Cuáles?
Por ejemplo, en las próximas elecciones vamos a implementar, por primera vez en la historia, la biometría facial para que los electores se identifiquen a través de su rostro y eso disuade totalmente cualquier problema o duda de suplantación. Hoy en Colombia se trabaja con biometría dactilar. Cerca de 20.000 mesas de las 120.000 son las que están digamos cubiertas por biometría dactilar. El objetivo es con la implementación de la biometría facial llegar siquiera entre 60 y 65.000 mesas. De pronto 70.000.
El año entrante nosotros vamos a permitir y vamos a hacer un trabajo muy importante de digitalización y publicación de las actas electorales. Las actas E14 de delegado la conocemos nosotros, pero en realidad son las actas electorales, muy parecido lo que ocurría en el vecino país, es el documento en el que se diligencia los resultados de cada mesa, que son 120.000 en el país. Esas actas las vamos a publicar con una agilidad muy importante, pero no solamente vamos a publicar las actas electorales, también lo haremos con las actas de claveros y una cosa que se conoce como el acta de transmisión.
Las actas de transmisión son esas que permiten que la ciudadanía vea el preconteo. Recuerden ustedes que hay unos boletines que se presentan a partir de las 4 de la tarde que llegan muy ágiles. Eso tiene un soporte en una acta que tiene un resultado, también las vamos a publicar. Es decir, vamos a digitalizar y publicar todas las actas electorales para que en general la ciudadanía certifique con absoluta claridad los resultados de cada una de las mesas de Colombia.
¿Cuáles cree que pueden ser los principales riesgos del proceso electoral que se avecinan?
Hay que explicar muy bien cómo funcionan todas las etapas del proceso electoral. Porque en la medida en que los colombianos y los medios de comunicación conozcan las etapas del proceso electoral, pues van a evidenciar que las posibilidades de fraude son nulas, pero obviamente si no lo conocen, a veces la posverdad y las redes sociales pues generan un caos impresionante. El proceso electoral en Colombia es muy bien organizado y jurídicamente muy bien definido porque se trata de etapas que cumplen diferentes actores, lo que permite que sea prácticamente imposible hablarse de fraude. Muy corto se los digo. Quienes cuentan los votos son 600.000 colombianos que son jurados de votación, que no son funcionarios de la Registraduría ni de ninguna entidad pública. Son colombianas y colombianos.
Las comisiones escrutadoras son los jueces de la República y notarios, tampoco son funcionarios de la Registraduría, que son los que cogen esas actas, las consolidan, como se dice técnicamente y declaran los resultados. La Registraduría lo que hace es proveer, administrar la logística electoral y ayudar en el proceso.
La logística está organizada, venimos trabajando año y medio con ella y en todo ese proceso administrativo. En la Registraduría hay sin 6000 funcionarios y vamos a llegar a 15 o 20000 para la época electoral.
Esos 6000 funcionarios de planta son personas que llevan años en la Registraduría, que tienen experiencia y que saben hacer elecciones, que saben coordinar.Ahí hay un conocimiento acumulado valiosísimo.
¿Y en seguridad?
¿Cuáles son los riesgos que a mí me inquietan? El tema del conflicto armado, el tema de seguridad. Ese es un tema que es de mucho cuidado. Miren lo siguiente. El próximo 23 de febrero, dentro de unos días, hay elecciones en el departamento de Putumayo, porque fue anulada la elección del gobernador. Y hay elecciones también en el municipio de Puerto Guzmán en Putumayo. Puerto Guzmán es un municipio con serios problemas de orden público.
Hay unos grupos armados llamados Comandos de la Frontera que hoy se están enfrentando entre ellos. En el municipio de Puerto Guzmán hay confinamiento de gran parte de la población y hay desplazamiento. Piensen ustedes entonces una elecciones en medio de circunstancias de seguridad como las que yo les acabo de describir.
La Registraduría garantiza la logística y toda la administración del proceso electoral. Pero aquí necesitamos el apoyo de otros actores. Pienso en Ministerio de Defensa y de toda la fuerza pública, fuerza militar y de policía. Tuvimos la semana pasada un comité de seguimiento electoral.
La fuerza pública ya nos garantiza que todas las mesas y puestos de votación se van a instalar, pero yo debo seguir señalando que el tema de Putumayo me inquieta. Porque una cosa es el derecho al voto y otra cosa el derecho a votar libremente. Yo aquí pues he reclamado y le he solicitado a los fuerzas militares que garanticemos que los ciudadanos de Puerto Guzmán puedan votar libremente porque una de las características principales del voto es que sea secreto y libre. Y puede ocurrir lo mismo en muchos lugares del país. Ven ustedes lo que está pasando en Catatumbo. La circunstancia de orden público en el Cauca. Lo que viene también ocurriendo en Chocó y en el nordeste antioqueño. Yo le he pedido al Ministerio del Interior que en el mes entrante, en marzo, llevemos a cabo una comisión de seguimiento a los procesos electorales para hablar exclusivamente de seguridad, construir y ver los mapas de riesgos político electorales que se puedan presentar para el año entrante y desde ya ir ejerciendo todas las acciones para garantizar plena y absoluta seguridad en las elecciones del 2026. Nosotros tenemos que entender que la Registraduría realiza el proceso electoral logístico, pero que el proceso electoral, las elecciones son una obligación del Estado en su conjunto. Todos tenemos participación en eso.
¿Cómo hacer para que una parte de los colombianos deje esa actitud indiferente con las elecciones?
En Colombia, por ejemplo, el 80% de los colombianos sienten que la democracia no está resolviendo sus necesidades básicas, luego no tienen una imagen favorable de la democracia. Cerca del 18% de los colombianos cree que es preferible un régimen autoritario. ¿Eso qué quiere decir? La ciudadanía va perdiendo confianza en el sistema político del país y eso pasa en toda Latinoamérica. Luego aquí hay un trabajo muy importante pues de los gobernantes y de los dirigentes políticos, pero en especial de todos los que estamos al frente de altos cargos del Estado para explicar a la ciudadanía que, a pesar de las dificultades que hay, no hay otra forma de lograr mejores condiciones que participando y eligiendo libremente los gobernantes que se quiera.
¿Están garantizado los recursos para las elecciones en medio de los problemas de caja del Gobierno?
La decisión del Gobierno de aplazar o recortar unos recursos del presupuesto de hace unas cuantas semanas no incluyó el presupuesto de la Registraduría. Con esos recursos la Registraduría puede garantizar unas elecciones con toda la logística incluyendo la biometría facial. Los recursos de la Registraduría están en el presupuesto de la Registraduría, pero yo debo aclarar un tema. Esos recursos no por cuenta de este gobierno, porque hay que hablar en honor a la verdad, están, pero para ejecutarlos, hay que pedir una autorización al Ministerio de Hacienda. Eso se llama previo concepto o un levantamiento previo. El previo concepto es una figura que existe en las normas presupuestales, que hoy debo decirle, es anacrónico, no debería existir y que de alguna manera compromete la independencia de las entidades. Entonces, tenemos el recurso en el presupuesto, pero estamos pendientes de una autorización que esperamos sea muy pronto.
¿Cuánto cuestan las elecciones en Colombia?
La elecciones para el Congreso de la República, Senado y Cámara y para la presidencia de primera vuelta valen 2.6 billones de pesos. Es una cifra astronómica, inmensamente grande. Con eso vamos a hacer unas elecciones muy bien hechas en Colombia y muy y muy organizadas desde el punto de vista logístico.
En todas las elecciones hay reparos al software, ¿cuál es su punto de vista de estas críticas?
Mire, el tema de la reputación o la favorabilidad o la imagen de la registradora es un tema que a mí me quiebra mucho. Gran parte de lo que se escucha por una u otra persona, algunos más informados, otros no tanto, se da porque se desconoce las etapas del proceso electoral y quién las atiende y quién está al frente de ellos. O bueno, puede ser que a veces alguien no las quiere conocer. ¿Qué hace el software electoral? Recoger todas las actas de las 120.000 mesas una a una que ya están revisadas por los jueces y consolidarlas. Luego, el software, como algunos, a veces sin mucha claridad lo plantean, no tiene posibilidad de realizar un fraude porque en el momento en que eso ocurra, pues es simplemente acudir a las actas, revisarlas y esos datos deben ser idénticos. Aquí lo que hay que cuidar es la mesa de votación. Si la mesa de votación es impecable, los jurados son juiciosos, se cuentan los votos bien contados, se diligencian las actas bien hechas, no hay ninguna posibilidad que en el resto de trámites haya siquiera un asomo de fraude. El ejemplo es Venezuela, donde no se mostraron las actas y no hay soporte.
¿Cuál es el panorama que nos puede entregar de acuerdo con el conocimiento que tiene de este proceso aquí en el Atlántico?
Hay que prestarle mucha atención al departamento porque en Atlántico tenemos una dificultad histórica de trashumancia, de trasteo de votos. . Por lo demás, el departamento ya lo tenemos muy claro, es un departamento que tiene grandes ventajas, los municipios son pequeños, pero los municipios son cercanos, las vías son buenas, luego eso. Pero hay municipios donde hay, por ejemplo, riesgos electorales, donde hay donde la política es muy intensa. Por ejemplo, en Repelón y Soledad.
Son municipios donde la pugnacidad política es muy fuerte y entonces hay que prestar mucha atención porque a veces los debates políticos se convierten en agresiones o en asonadas. Tenemos unos municipios aquí que los tenemos identificados para ponerles mucho cuidado de aquí a las elecciones. Y bueno, en soledad también.