Uruguay y Costa Rica son los dos únicos países latinoamericanos que figuran dentro del grupo de 25 “democracias plenas” del mundo, dentro de una región en la que la calidad democrática cayó por noveno año consecutivo, según el Índice de Democracia del ‘Economist Intelligence Unit’. Colombia, por su parte, siguió descendiendo y se acerca a la categoría de “régimen híbrido”. Actualmente está en el rango de “democracia defectuosa”.
De acuerdo con la medición, el país bajó cinco puestos entre los 165 Estados independientes y 2 territorios estudiados, ubicándose en la casilla 60, con un puntaje de 6,35 sobre 10. Sin embargo, está a escasos puntos de ser catalogado como un “régimen híbrido”, el cual está entre los rangos entre 4.0 y 6.0.
Las mediciones de The Economist se concentran en cinco criterios: el grado de libertades civiles, los procesos electorales, el funcionamiento del gobierno, la cultura política y la participación política.
Los malos resultados de Colombia se concentran en la cultura política y el funcionamiento del gobierno. En el primer punto, que refleja el apoyo que tiene la democracia en un país, la cifra se desplomó de 3,75 a 3,13; y en el segundo, que mide percepciones como las de transparencia o funcionalidad de las instituciones políticas, se redujo de 6,07 a 5,71.
¿Qué son las democracias defectuosas?
Desde que se lleva el registro del Índice de Democracia del ‘Economist Intelligence Unit’, en 2006, Colombia siempre ha estado ubicada en la categoría de “democracias defectuosas”. Estas son aquellas que tienen elecciones libres y justas y, aunque hay problemas como violaciones a la libertad de prensa se respetan las libertades civiles básicas, según el informe.
En la región de América Latina, además de Colombia, los países Brasil Argentina y Chile se encuentran en este rango. Mientras que Venezuela es el único con “régimen autoritario”, con 2,25 puntos sobre 10.
Régimen híbrido
Colombia está cerca de ser catalogado en esta categoría, en la que la presión del gobierno sobre los partidos y candidatos de oposición es alta. De hecho el reporte indica que “las debilidades graves son más frecuentes que en las democracias defectuosas: en la cultura política, el funcionamiento del gobierno y la participación política. La corrupción tiende a ser generalizada y el Estado de derecho es débil. La sociedad civil es débil. Por lo general, hay acoso y presión sobre los periodistas, y el poder judicial no es independiente”.
A juicio del ‘Economist Intelligence Unit’, la “débil” cultura política imperante en América Latina se expresa a menudo en el apoyo a dirigentes autoritarios que prometen soluciones simples a problemas complejos, y de paso, fragilizan los contrapesos institucionales.
Por su lado, Estados Unidos es considerada una “democracia deficiente” al ocupar en 2024 el puesto 28, sin cambios frente al año anterior, en el Índice de Democracia de ‘The Economist’.”Queda por ver si los controles y contrapesos históricos seguirán vigentes y servirán para mejorar o empeorar la clasificación de Estados Unidos en 2025″, indicó la publicación.