El presidente Gustavo Petro ha anunciado su intención de recurrir a una consulta popular como mecanismo para definir el futuro de la reforma laboral y la reforma a la salud, luego de que la Comisión Séptima del Senado firmara una ponencia para archivar la primera de estas iniciativas.
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El anuncio de esta consulta se produjo después de que la Comisión firmara una ponencia para archivar la reforma laboral del Gobierno, lo que virtualmente dejó sin posibilidades la iniciativa en su trámite legislativo.
Ocho de los 14 miembros de la Comisión respaldaron la ponencia negativa, argumentando que la reforma generaría una pérdida de más de 450.000 empleos y afectaría el desarrollo económico del país.
En respuesta, el presidente Petro afirmó en su cuenta de X que la Comisión Séptima “ha traicionado al pueblo trabajador” y que la decisión representa un bloqueo institucional a las reformas del Gobierno. Además, señaló que el Congreso y el Gobierno han roto el diálogo político y que la consulta es necesaria para garantizar la democracia.
La reforma laboral es solo una de las iniciativas que ha impulsado el Gobierno de Petro en el Congreso. Hasta el momento, solo las reformas tributaria y pensional han logrado ser aprobadas, mientras que las reformas de salud y educación han enfrentado dificultades en su trámite.
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Ante este escenario, el Gobierno ha decidido recurrir a la consulta popular como una vía para que la ciudadanía se pronuncie directamente sobre estas iniciativas.
Este mecanismo de participación, previsto en la Constitución, permitiría que los votantes expresen su respaldo o rechazo a las reformas propuestas, en un intento por superar el estancamiento legislativo.
Sin embargo, su aplicación plantea interrogantes sobre su alcance, requisitos y efectos dentro del marco institucional colombiano.
¿Qué es una consulta popular y cómo funciona?
La consulta popular es uno de los mecanismos de participación ciudadana consagrados en el artículo 103 de la Constitución Política de Colombia.
Se trata de un mecanismo que permite al presidente de la República, con el respaldo del Senado y la firma de todos los ministros, someter a la votación del pueblo una decisión de trascendencia nacional. Este mecanismo está regulado por la Ley 134 de 1994, en cuyo Título V se detallan sus condiciones y alcance.
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Según la normativa vigente, la consulta popular debe formular preguntas claras que puedan responderse con un “sí” o un “no”. No se pueden presentar proyectos de articulado ni propuestas que impliquen una reforma constitucional.
Asimismo, el resultado de la consulta es obligatorio siempre que alcance la participación mínima establecida por la ley y obtenga el respaldo mayoritario de los votantes.
Requisitos y proceso para convocar una consulta popular
Para que el Gobierno pueda llevar a cabo este mecanismo, es necesario que la Presidencia emita un documento justificando su solicitud y que lo presente al Senado, que dispone de un plazo de hasta 30 días, es decir, un mes, para emitir su concepto. Si el Senado da su aprobación, la consulta debe realizarse en un período máximo de cuatro meses.
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Otro de los requisitos fundamentales es la participación electoral. La ley establece que, para que la consulta tenga carácter vinculante, debe contar con la participación de al menos un tercio del censo electoral, lo que equivale a más de 13,6 millones de ciudadanos. De estos, la mitad más uno debe votar afirmativamente en cada pregunta para que su resultado se convierta en mandato.
En la actualidad, el censo electoral de Colombia es de 40,963,370 personas, lo que implica que, como mínimo, 13,650,456 ciudadanos deben acudir a las urnas para que la consulta tenga validez. Además, por cada pregunta, al menos 6,827,229 personas deben votar afirmativamente para que su resultado sea obligatorio.
Limitaciones y efectos de una consulta popular
Aunque este mecanismo permite que el pueblo se pronuncie sobre un tema de interés nacional, el mismo no equivale a la aprobación directa de una ley.
Si el resultado de la consulta es favorable a las reformas propuestas, el Congreso tendrá la obligación de tramitar las disposiciones necesarias para hacer efectivo el mandato ciudadano.
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De hecho, la Ley 134 de 1994 establece que, si el desarrollo de la consulta requiere la expedición de una ley, esta deberá aprobarse dentro del mismo período legislativo o, a más tardar, en el siguiente.
Sin embargo, el Congreso mantiene la competencia para determinar la manera en que se implementará el resultado de la consulta, lo que significa que el trámite de las reformas aún dependería del debate legislativo.
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Esto ha generado cuestionamientos sobre la efectividad del mecanismo en contextos de alta polarización política, como ocurre actualmente en el país.
¿Cómo se hace una consulta popular?
El proceso para convocar una consulta popular requiere el cumplimiento de varios pasos antes de que los ciudadanos puedan acudir a las urnas.
En este caso, dado que la iniciativa provendría del presidente Gustavo Petro, el procedimiento iniciaría con la formulación de la pregunta y su trámite ante el Congreso.
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El primer paso sería la presentación oficial de la consulta por parte del Gobierno. Para ello, el presidente debe redactar la pregunta o preguntas que se someterían a votación y contar con la firma de todos sus ministros en respaldo a la solicitud.
Luego, este documento debe ser enviado al Senado, que, como bien se explicó previamente, tiene un plazo de hasta 30 días para estudiarlo y emitir su concepto. Si el Senado aprueba la iniciativa, la consulta debe ser convocada dentro de un período máximo de cuatro meses.
Una vez obtenida la aprobación del Senado, la Presidencia debe expedir un decreto que convoque oficialmente la consulta y establezca la fecha en que se llevará a cabo.
A partir de ese momento, la Registraduría Nacional del Estado Civil se encargaría de la organización del proceso electoral, lo que incluye la preparación de los materiales de votación, la logística de las mesas electorales y la capacitación de jurados.
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En paralelo, el Gobierno y los sectores interesados en la consulta podrán adelantar campañas pedagógicas para informar a la ciudadanía sobre el contenido de la pregunta y su impacto.
El día de la votación, los ciudadanos responderían “sí” o “no” a la pregunta formulada.
¿De qué depende el éxito de la consulta popular propuesta por Petro?
El éxito de la consulta dependerá de la decisión que tome el Senado en las próximas semanas y de la capacidad del Gobierno para movilizar el respaldo ciudadano necesario para alcanzar la participación requerida.
Si la consulta se lleva a cabo y obtiene el respaldo mayoritario, el Congreso deberá iniciar el trámite legislativo correspondiente para materializar la decisión de la ciudadanía.
Sin embargo, esto no implica que la reforma entre en vigor de manera automática, pues su aprobación y regulación seguirán dependiendo de los debates y ajustes que realice el Legislativo.
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En caso de que no se alcance la participación mínima requerida, la consulta no tendría efectos vinculantes, lo que significaría que el Congreso no estaría en la obligación de darle trámite a las reformas.