¿Cómo analiza esta convocatoria del Gobierno a una consulta popular para definir el futuro de las reformas?
Es un camino largo y difícil. No sé si ellos lo han medido porque primero pues no se pueden formular preguntas como articulado y, lo segundo, hay que enviarlas al Senado de la República y tendrá un mes para aceptarlas o rechazarlas y luego cuatro meses para convocar elecciones las elecciones costosísimas. Yo no creo que eso valga menos de 500 o 600 mil millones de pesos, que no están en las arcas del estado porque no los tiene la Registraduría. Adicional a eso tiene que sacar un tercio del censo electoral, o sea son casi 14 millones de votos los que tenía que obtener para que se apruebe a un referéndum. De manera que aquí ellos están tomando el camino más difícil y más largo.
¿De dónde cree entonces que saldrán los recursos del gobierno?
Pues el Gobierno tiene que contestar esa pregunta. Se necesitan mucho dinero para este proceso electoral, en el que si no se obtienen esos 14 millones de votos pues es fallido. De manera que yo creo que el gobierno quedaría muy debilitado si el pueblo no lo respalda.
El Gobierno asegura que la oposición no ha estado abierta al diálogo…
Jamás han querido concertar con el Congreso. Siempre han pensado que el Congreso tiene que ser notario de las iniciativas gubernamentales y mientras yo sea presidente del Congreso lo defiendo como uno de los tres poderes públicos independientes. Uno se puede arrodillar ante las amenazas que nos proscribieron ayer, por lo cual pues hay que ser responsable al presidente de la república por lo que le pase a alguno de los senadores de la comisión séptima y el presidente del congreso. Uno no entiende como Petro predica la paz con los narcotraficantes los terroristas y al Congreso los amenaza con violencia. el Congreso es un poder legítimo de 22.600.000 votos, que cabe 500 veces en la plaza de Bolívar. Yo los invito al gobierno nacional a que se lea la Constitución Nacional, donde habla de la clara independencia de los poderes públicos.
Mi deber además es proteger esa independencia de poderes. Ayer querían ingresar al Senado de la República 770 personas del senador Wilson Arias, lo cual impedí para, por supuesto, preservar la tranquilidad de los congresistas que ayer se sintieron intimidados. De manera que bienvenida a la protesta social en las calles, pero no invadiendo los recintos de la democracia. La verdad es que ahí estaremos defendiendo estos derechos fundamentales.
¿Cuál es su punto de vista sobre la reforma laboral?
Yo sí quiero decir que esa reforma laboral no se quiso concertar. El Partido Conservador presentó una reforma laboral que también protegía los derechos de los trabajadores, pero no destruía el empleo como lo destruía esta. El Banco de la República expresó que se destruyen 450 mil empleos al menos. Y Fedesarrollo dijo que la informalidad, que está en el 54% o 55%, se va a disparar también. El 90% de las empresas en Colombia son micros y pequeñas empresas, y las micro son las primeras que van a sufrir, las primeras que se van a quebrar, las primeras que van a salir del mercado o las primeras que se van a la informalidad.
Esta reforma debió tramitarse como ley estatutaria y no como ley ordinaria. Además, la terquedad del gobierno de imponer una reforma sin concertación ha hecho que ocho senadores hayan radicado esa ponencia de archivos.
¿Cómo ha caído en el Congreso el tema de las amenazas del presidente Petro?
Yo jamás en mi vida política larga, ya de 33 años, había escuchado un jefe del estado, que es que tiene que preservar la calma, incitando a la violencia. En 2026 no vamos a permitir otro gobierno ideologizado, que acabe como este con el sector privado, con la salud, con la vivienda de interés social y así podríamos seguir hablando de muchos temas. Y no he visto este gobierno inaugurando ninguna obra, es puro discurso.