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Varias localidades del norte del Cauca enfrentaron una serie de ataques armados este miércoles 26 de marzo, lo que generó el confinamiento de los habitantes y la interrupción de actividades en la región.

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Los enfrentamientos, dirigidos contra bases militares y estaciones de Policía, afectaron los municipios de Caloto, Caldono, Corinto, Toribío y Santander de Quilichao.

Desde la madrugada se reportaron ráfagas de fusil y detonaciones, lo que llevó a la suspensión de clases en instituciones educativas y al cierre de establecimientos comerciales.

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La situación ha generado temor entre la población, mientras las autoridades trabajan en la contención de los hechos y en la evaluación de posibles afectaciones.

De acuerdo con información de líderes comunitarios, los ataques fueron anticipados y estarían relacionados con una fecha conmemorativa de un excomandante de las extintas Farc.

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Según los reportes preliminares, los responsables serían integrantes de un frente de las disidencias de dicha guerrilla.

De acuerdo con Mauricio Capaz, coordinador de Derechos Humanos del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), estos hechos eran previsibles y debieron haber sido considerados por el Gobierno.

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Las fuerzas de seguridad han desplegado operativos en la zona para restablecer el orden y evitar nuevos ataques.

Hasta el momento, no se han reportado víctimas, pero las autoridades mantienen el monitoreo de la situación y han hecho un llamado a la comunidad para que tome precauciones mientras se restablece la calma.