La exconsejera para las regiones de la Presidencia, Sandra Liliana Ortiz, no pudo obtener un prinicipio de oportunidad ante la Fiscalía, que había pedido su defensa en busca de inmunidad total en el caso de corrupción en la Ungrd.
De acuerdo con el ente acusador, un equipo de fiscales especializados concluyó que la colaboración que la exfuncionaria ofrece a la justicia se funda en “información confusa, contradictoria y no sustentada en evidencias objetivas que corroboren sus afirmaciones, que por esa misma razón no superaría la valoración y el control judicial”.
En el marco de este proceso, la Fiscalía Novena Delegada ante la Corte Suprema de Justicia ha sostenido acercamientos con la exconsejera Ortiz Nova, en aras de concretar una posible negociación judicial y obtener nuevos elementos materiales probatorios que permitan consolidar uno de los frentes investigativos.
Sin embargo, el ente acusador informó que ante el rechazo del principio de oportunidad, la exfuncionaria manifestó que revelaría públicamente los términos de los acercamientos y los detalles que dice conocer sobre el entramado de corrupción.
Las cinco revelaciones que hizo Sandra Ortiz
En su momento, en entrevista con el noticiero televisivo Noticias Caracol, lo primero que dijo es que ella es un “chivo expiatorio” de una mujer muy poderosa y cercana al presidente con un familiar que al parecer pidió $12 mil millones para dar la dirección de la Ungrd.
“Cuando digo que soy un chivo expiatorio es cierto. Hay una verdad que le quiero contar al país, pero no tengo las garantías”, sostuvo, al decir que “mi vida corre peligro, me han hecho dos atentados, que ya he denunciado ante la Fiscalía, de gente muy poderosa”.
También afirmó que “al principal testigo lo asesinaron. Él me acompañó en todo. Es una persona que asesinaron”. Sin embargo, no quiso dar el nombre del sujeto. Pese a esto, se presume que sería Pedro Aguilar, un esmeraldero asesinado en agosto de 2024 en el norte de Bogotá, indica el reporte.
De igual modo, aseveró que todo lo que ella hacía era recibir instrucciones de Carlos Ramón González, ex director del Departamento Administrativo de la Presidencia y de la Dirección Nacional de Inteligencia.