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En la noche de este martes 15 de abril el presidente Gustavo Petro decretó emergencia económica y sanitaria por el brote de fiebre amarilla que enfrenta el país. De acuerdo con el último reporte entregado por el Ministerio de Salud, en 2024 y en lo corrido del 2025, se han confirmado 70 casos de fiebre amarilla con 33 fallecimientos.

El jefe de Estado señaló que la razón principal para decretar la energía es “simple y contundente: LA VIDA.

En 2024 se registraron 23 casos con 13 fallecimientos, mientras que, en 2025 hasta la fecha, se han confirmado 47 casos de los cuales 20 fallecieron.

Las personas afectadas tienen edades entre 11 y 89 años. El departamento más afectado en 2025 es el Tolima con 41 casos, seguido de Caquetá (1), Meta (1), Putumayo (3) y Caldas (1).

A través de su cuenta de X, el mandatario indicó que esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti, tiene una mortalidad del 50%.

“La primera alerta es que empezaron a aparecer monos muertos en la zona cafetera, los monos no tienen la culpa, se contagian como nosotros y no transmiten la enfermedad, solo el mosquito hembra”, expresó.

De acuerdo con el mandatario, contar con las vacunas contra la fiebre amarilla es una ventaja; sin embargo, se refirió a las desventajas que tiene el país para frenar el pico de contagios.

“Nuestras desventajas tienen que ver con la crisis climática. El calor en aumento de la atmósfera ahora hace que el mosquito suba las montañas, pase los páramos y puede penetrar en las ciudades, incluida Bogotá. (…)El mosquito en una ciudad es más peligroso que en una selva porque se dispara la cantidad de personas que pueden ser contagiadas por la densidad poblacional”, escribió.

Una de los territorios más golpeados por esta enfermedad es el territorio del Tolima con más de 40 casos, por lo cual, desde el Gobierno Nacional se adelantaron jornadas de vacunación en las que más de 200.000 personas han recibido una dosis de la vacuna.

Sin embargo, el presidente Petro acusó a la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, de no haber destinado recursos para “detener el virus”.

“La gobernadora del Tolima no nos ha ayudado, y no ha girado dineros de la gobernación para ayudar a detener el virus. Pero los alcaldes y gerentes de hospitales y las EPS intervenidas y las privadas sí han ayudado a fondo.”, dijo el presidente.

Por su parte, expresó su preocupación por Bogotá, al señalar que “el Distrito no ha querido configurar los equipos básicos de salud que son imprescindibles para hacer una vacunación rápida en toda la ciudad. La rapidez de la vacuna es la clave”.

“La inexistencia de prevención es nuestra principal debilidad. Por eso era nuestra principal prioridad en la reforma a la salud no aprobada”, añadió.

Asimismo, sostuvo que se realizará una “gran vacunación nacional” en todo el territorio del país.

“En las 18.000 escuelas veredales habrá vacunación para niños, profesores y los habitantes de la vereda”, expresó.