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Relámpagos y centellas han caído sobre la administración presidencial a raíz del escándalo que se conoció en los últimos días en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Ungrd, donde de ser hallados culpables los implicados, podría llegar a deslegitimar el Congreso de la República y de paso las reformas del Gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego estarían viciadas por corrupción.

Esta novedad y otros recientes roces con la oposición, tienen el rumbo de la política nacional en una estación caracterizada especialmente por la realización de marchas en apoyo o rechazo a los diferentes postulados políticos que se realizan en torno a la Casa de Nariño, especialmente a través de la cuenta en X, del presidente Gustavo Petro.

En momentos en que se discuten reformas como la laboral, la pensional, la salud, y tributaria, en busca de un ambiente más primaveral; la atmósfera en las calles es cada vez más candente, atizada por conceptos como “golpe blando” y “marchas de la muerte”, que generan una sequía de propuestas que se destacan por la escasez de consensos que lleven a las anheladas soluciones que requieren los problemas coyunturales del país.

Para analistas de este clima político en el país, se trata de una transición, una época en la que llueven ciudadanos marchando en las calles hasta convertirse en ríos de personas, pero aunque desbordan la opinión pública, aún no han hallado un cauce hacia la gestión institucional.

En charla con el diario EL HERALDO de Barranquilla, el senador Ariel Fernando Ávila Martínez, politólogo, y analista político, actualmente Senador de la República, por el Partido Alianza Verde, indicó que “yo siento que Colombia está atravesando por un tema de transición política, para dónde vamos, no le sabría decir, pero sin lugar a duda al gobierno de Petro así le esté yendo mal, es una transición política,  en esa transición política le llegó a Colombia la época  de las marchas y las contra-marchas. Y la democracia en la calle”.

Según Ávila, lo único que se sobreentiende es que no existe un común acuerdo entre el Gobierno y la oposición.

'Veo un país que se va a radicalizar, va a tener marchas y contra-marchas, petros y antipetros, y un país que va a tener una agitación política durante los dos años que quedan de Gobierno, van a ser igual a estos primeros meses de este año”, indica el politólogo.

“Aquí no hay acuerdo nacional, aquí no va a haber nada de consensos, lo que queda es radicalización y democracia en la calle, más nada. Nadie va a ceder, porque siempre acusan al Gobierno de que está radicalizado, pero la oposición está igual de radicalizada. En medio del desastre de lo que fue la derecha y lo mal que le está yendo a Petro, hay un llamado es hacia una tercera vía que compense toda esta radicalidad”, finalizó.

Se apropiaron del cambio

Por su parte  Jennifer Pedraza Sandoval, miembro en la Cámara de Representantes, también habló para El HERALDO de Barranquilla y manifestó que existe una desazón especialmente entre muchos que votaron por un cambio.

 “Hay un desazón  de la mayoría de la población colombiana  porque muchos, entre los que me cuento, creíamos que en este Gobierno iba a haber un cambio, yo no voté por Petro en la primera vuelta, pero si en la segunda; y pues con todo lo que ha salido sobre el escándalo de corrupción y la Ungrd que llega hasta la cúpula más cercana del Presidente, pues obviamente hay una desesperanza en la población colombiana frente a lo que es la política y la clase política en el país”, dice Pedraza.

Continuó diciendo que 'es difícil saber hacia dónde va el país, porque  hay una carga muy fuerte no solo  de esos dos sectores sino que yo le añadiría un tercero que realmente creo que es la clave, es el Central, que es el sector que puede reconocerse como Centro”, sostiene.

Es una lastima
 Previamente el senador Humberto de La Calle Lombana, manifestó a través de su cuenta en X que “ambas marchas tradujeron un mensaje de apoyo político. Lástima que el Presidente hubiera calificado la del 21 de abril, como la ‘marcha de la muerte’, expresión incompatible con el llamado a un acuerdo nacional. Pero lo que sigue no es un conteo de cabezas. El escenario ahora debe ser institucional”.

De igual manera sostuvo que “estamos ante una dislocación. Tanto en el Congreso como en las calles, el lenguaje de reclamo y crítica sigue teniendo el sello de la oposición. Es como si aún Petro no hubiera ganado o no hubiera asumido todavía la responsabilidad de ser el jefe de gobierno. El PH es a la vez gobierno formal y oposición real. En 2022 no terminó su campaña y ya estamos en modo 2026. Lo bueno es que el trámite callejero se ha hecho en paz. Y no es poca cosa”, dijo Humberto de la calle.

A su turno, David Luna, de Cambio Radical, consideró que los últimos hechos conocidos ponen en entredicho las propuestas del Gobierno en el Congreso.

“El país necesita y merece conocer la verdad de manera inmediata sobre el escándalo de corrupción con los carrotanques de La Guajira. Sobre todo, porque si es cierto que hay servidores públicos involucrados, las reformas del Presidente Petro estarían viciadas por corrupción”, indicó.

Además, el analista, economista e investigador Mauricio Reina lamentó que: “mientras Petro daba el discurso del 1 de mayo, donde decía que sus banderas son la lucha contra la corrupción, puertas adentro estaba pasando esto del UNGRD. Eso demuestra qué tan vacío está ese discurso y que tan alejado de la realidad”.

Política callejera
El analista Pedro Viveros, indicó para EL HERALDO de Barranquilla que “es una temporada que se llama ‘política callejera’, es un espacio que se creó a parte del poder, donde las personas, sobre todo anti-sistema se manifiestan. En Colombia cobró vigencia actual por lo que pasó con las protestas contra el gobierno de Iván Duque”.

Asegura que ya en la historia del país han ocurrido otras marchas que han marcado la historia como la oración por la paz, de Jorge Eliecer Gaitán; y  después cuando murió Luis Carlos Galán, hubo una manifestación que se conoció como la marcha del silencio.

'No veo a Petro respetando a sus opositores para hacer un acuerdo  cuando el primero de mayo les dijo una cantidad  de adjetivos. Cómo una persona se puede sentar a negociar con alguien que le dice que se robó las elecciones;  o a otros sectores que les dijo que eran pendencieros; a otro señor le dijo  que eran asesinos; a los que salieron a marchar le dijo que eran las marchas de la muerte. Creo que no hay respeto por parte del

Presidente,  que no está respetando la institucionalidad de sus opositores para sentarse a lograr un acuerdo”, dijo Viveros.

De igual manera hizo referencia  al escándalo de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo, Ungrd, sobre la deslegitimación del congreso y las reformas.

“Me parece que queda deslegitimado el Congreso de la República de encontrarse culpables los implicados. Queda muy lesionado para las reformas  esa es mi conclusión para decir que no veo de dónde el Presidente haga un acuerdo”, dijo.

El reconocido analista detalló que es necesario hallar nuevos ciclos en la política nacional.

“Yo creo que cada proyecto tiene unos ciclos, me da la impresión que el proyecto del expresidente Uribe ya tuvo un ciclo porque cualquier persona que se presente hoy hablando de la seguridad democrática, de confianza inversionista y el fortalecimiento del tejido  social, ese fue el discurso que ya cumplió unos objetivos. Y con Petro, me parece que la gente va a quedar con mucha fatiga de parte de la izquierda, porque él no ganó solo con solo los votos de la izquierda, y esa gente ya la perdió. Y el que busca el centro, está en el centro de la nada, porque siempre al centro lo cogen de muleta con lo de estos fenómenos de que se llaman  centro derecha y centro izquierda', finalizó.