En las últimas 24 horas fueron 5 los asesinatos en el departamento del Cauca. La violencia en esta zona no se ha detenido ni siquiera por el aislamiento obligatorio decretado por la pandemia del COVID-19. Por el contrario, con panfletos amenazan a la comunidad para que se mantenga en casa y no viole la cuarentena.
Las víctimas de este jueves en la mañana fueron Jaumefi Rojas Chávez, Julián Orlando Maldonado, de 30 años, y John Jairo Oca Cuspián, de 31 años, quienes se encontraban en una vivienda en el casco urbano del departamento.
Según el reporte de las autoridades, cuatro hombres armados ingresaron a la casa en Corinto, donde estaban consumiendo alcohol y jugando parqués, y los atacaron. Dos de ellos murieron en el lugar de los hechos y el otro, cuando era trasladado a un centro asistencial.
El secretario de Gobierno del Cauca indicó que dos de los fallecidos presentaban antecedentes judiciales por homicidio y tráfico de estupefacientes.
Corinto, la zona donde se presentó este triple asesinato, forma parte del denominado ‘triángulo de la marihuana’, donde opera la disidencia Dagoberto Ramos.
El mismo día, pero en el sector rural del municipio de Argelia, mataron a dos forasteros que estaban en la zona cocalera. Jefferson Arango Benítez, de 39 años, y Leonardo Ariza Guiral, de 27 años, fueron las víctimas de este doble homicidio. Las autoridades les atribuyeron el crimen a las disidencias armadas.
Así las cosas, la violencia en el Cauca no se ha detenido, éste se ha convertido en el departamento que cuenta los homicidios en el país. El pasado martes murió la menor de 5 años que resultó herida tras un atentado en Suárez, Cauca.
En ese mismo atentado murió su padre y hermana de 9 meses, luego de que hombres armados prendieron fuego contra ellos mientras se movilizaban en una moto por la vereda Dos Aguas. La menor fue llevada a un hospital, pero después falleció por un trauma craneoencefálico severo resultado del impacto de la bala que recibió en la cabeza. Sólo la madre sobrevivió.
Organizaciones internacionales como nacionales han alertado de la cruda situación de violencia que se presenta en este departamento del sur del país. La semana pasada, en un debate de control político en el Senado, la ministra del Interior, Alicia Arango, reconoció: 'No sabemos que estamos haciendo mal para que esto no funcione'.