Los usuarios enviaban instrucciones por teclado a la nube desde unas “terminales brutas”, llamadas así porque no tenían capacidad de cómputo (CPU), ni memoria, ni programas, ni datos. Se comunicaban con la nube a través de cable de cobre como el de la telefonía fija o por relevo entre antenas de microondas. Luego recibían su respuesta por la misma vía, o impresos si “la nube” estaba cerca.
Veo con mirada transversal el país y mis ojos se nublan. Del este al oeste, del Catatumbo al Chocó: el atropello de las necesidades básicas es diario. La dignidad humana está en entredicho y las necesidades básicas insatisfechas tienen indicadores muy altos. Educación y salud,hambre e infraestructura: no se tiene. Abandono por décadas del estado.
Otro obstáculo absurdo es la obligación de actualizar documentos sin cambios reales, como el RUT generando filas y trámites innecesarios. Con tecnología, estos procesos deberían ser automáticos o eliminarse.
La inmensa mayoría de los colombianos sabe que es necesario oponerse a lo que ha venido representando Petro: el desorden, la falta de institucionalidad, el desagrado por la rama legislativa y judicial y la falta de sindéresis en el manejo del Estado. Contra eso no puede caber ni pactos, ni diálogos.