Las apariencias engañan. Hay personas que llevan doble vida. Pueden engañar durante años a quienes están cerca de ellos: vecinos y compañeros de trabajo. La personalidad de alguien no se puede definir por el trato coloquial o esporádico.

El cine se aventuró a insinuar sobre el tema en un filme mexicano con Arturo de Córdoba, "Dios se lo pague", donde el protagonista de día era un mendigo muy visto en lugares públicos. Y esa misma persona de noche se convertía en un gran señor de negocios.

Luis Buñuel con su película BELLA DE DIA, también se ocupó del tema. Una mujer de la gran burguesía francesa con una esplendida familia, que de noche se transformaba en una "dama de la noche", incluyéndose la lista de una madame.

Landrú fue un ciudadano francés que hacia mucha caridad, era un ejemplar ser humano calificado "Hombre del año" en muchas ocasiones. Fue ese ser adorable, uno de los asesinos en serie mas buscados de Europa.

Y, a nivel local, vemos constantemente que quienes cometen crímenes atroces son calificados por ex compañeros de estudios, amigos y familiares como un individuo de costumbres sanas.

Donde mas preocupación habría para definir los cambios de personalidad de un ocasional amigo, son los que vienen de otras partes, que aparecen, se integran, progresan y logran metas laborales..hasta cuando aparece la otra vida "escondida".

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Y, como detectar?. Eso si es un problemón. No creo que exista un método confiable o efectivo. Se puede sospechar, pero…

Notas Liliputienses: Ratoncito…Cariñosito…Arrabalero…Dráculo…Mentecato..Bareto…Carpa..Lino.

@flashedgarg

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A continuación, y siguiendo con mis entregas de mis memorias "Antes de que se me olvide", Tomo 1, el capítulo dedicado al gran actor cómico mexicano..

MARIO MORENO, "CANTINFLAS"…

Era un sueño de niño que con el tiempo parecía inalcanzable: conocer al famoso cómico. Ya siendo un periodista de cierta categoría, trate de muchas maneras de conseguir que aceptara venir a Cartagena para participar en eventos benéficos. El médico Juan Zapata Olivella hizo alguna gestión pero fracasó. También el apoderado taurino Manolo Lozano, y un compadre suyo, el entrenador de boxeo Pancho Rosales. No había forma de que "Cantinflas" me parara bolas. Sin embargo, hice un último intento y escribí al Embajador de Colombia en México, Ignacio Umaña de Brigard, y ¡albricias!, Mario Moreno me contestó.

En la carta decía que aceptaba gustoso mi invitación y me avisaba la fecha. Pero pasaba el tiempo y no volví a tener comunicación con el, hasta cuando fue invitado por el Festival de Cine de Cartagena y el cómico le comunico a Víctor Nieto que tenía un compromiso conmigo. Y Víctor me dio la noticia pero con este recado:

"Tendrás el honor de recibir a Cantinflas y hacerle una fiesta homenaje al día siguiente de su llegada, pero debes cubrir los gastos".

No hay problema, Víctor, le respondí…

Con semejante oportunidad, pensé para mis adentros, ¡tendría que ser un fiestonón! Y así fue. Invité a más de 100 personas que comieron y bebieron hasta el amanecer. El show musical estuvo a cargo de una orquesta de mujeres, del trompetista cubano "Chocolate" Armenteros, del mago Borletti y dos orquestas de salsa. "Cantinflas" llego un día antes de la fiesta y lo fui a buscar al aeropuerto. Vino con sus secretario, una persona de edad mayor como él. El cómico ya tenía 75 años pero lucia muy bien, con sus varas cirugías a cuestas. Usaba suéteres especiales para poder tapar bien el cuello, y botas de vaquero. Me pareció muy serio, tanto que en la mitad de la fiesta alguien gritó: ¿Cuándo vas hacer de Cantinflas?. Eso fue como un relámpago, se transformó, tomó el micrófono y comenzó a hacer su personaje durante media hora.

La comida era paella para todos. Me fue suministrada sin costo alguno para 100 personas por "Patacón" Benítez, quien igualmente me dio el servicio, lo hizo porque con la presencia del actor inaugure su "Nautilus". El whisky estampillado me lo regaló el célebre "Perro" Villalobos, llamado "El rey del Chance". Él puso una exigencia: daba todo el trago si yo me comprometía a sentarlo al lado de "Cantinflas". Empeñé mi palabra y cuando apareció vestido con sombrero de ala inglesa, corbatín de mariposa, los labios como unas llantas y vestido de verde de arriba abajo, parecía un artista tropical, le causó mucha gracia al anfitrión.

Hice una mescolanza entre los invitados. Allí estaban periodistas como German Santamaría, la ex canciller María Emma Mejía, el Alcalde y el Gobernador, los comentaristas deportivos de moda, entre ellos Napoleón Pera Castro, quien filmó toda la fiesta, cinta que tiene guardada su familia.

Cuando la fiesta estaba tomando cuerpo "Cantinflas" me hizo saber que tenía hambre y la paella no llegaba. Se lo manifesté al cocinero de "El Nautilus" y lo que ocurrió pareció calcado de una película de Buñuel. El chef y tres meseros cargaron la descomunal olla y se la pusieron frente a él como diciendo: "Escoja usted", aquello me pareció ridículo.

Hubo varios episodios dignos de recordarse. Cada persona invitada quería tener un recuerdo fotográfico de Cantinflas y se hizo una fila, hasta cuando él dijo: "Ya basta". Entre los invitados se encontraba el dueño de una famosa casa de citas de nombre: "El Niño de Oro". Él se llamaba Nicolás Vásquez y le decían el "Niño de las Monjas", porque había sido chofer de un convento. Cuando hizo la fila para la foto, le explique a Cantinflas quien era, "Doctor Moreno, este caballero tiene un lugar de 80 mujeres muy ricas!

¿Tantas para mi solito?..bromeó el cómico.

"Si, afirmó Nicolás Vásquez muy serio.

"Edgar, acotó Cantinflas, arregla todo para mañana. Solamente iremos tú, yo y mi secretario".

Al día siguiente, todo estaba listo en el "El Niño de Oro" para su llegada. Todas las "damas" se habían arreglado para la ocasión, y habían contratado una banda de viento. Fui a recoger al cómico al Hotel Caribe a las 12 del día y me contestó con estas palabras: "Señor Edgar que buena fiesta, ojala pueda corresponderle algún día en México. ¿Usted llama para lo de las chicas?.

"Si, doctor Mario", respondí con solemnidad.

"Edgar, ¿usted sabe qué edad tengo yo?"..No.. "Pues bien, tengo 75 años y yo ya no estoy para esos trotes"…

Se quedó Nicolás Vásquez con su fiesta arreglada.

Después de esa fiesta volvía a ver Cantinflas, pues el quería conocer un sitio típico de pescadores y lo complací con mi compadre Kid peche. Fuimos a la boquilla donde una comadre del campeón nos hizo un sancocho de pescado. Cantinflas estaba feliz..

Posteriormente estuve en México y me citó en su restaurante de insurgentes Sur "Rioma". Allí departimos muy cordialmente y fue supremamente atento. Me ayudó con algunos contactos que yo necesitaba. En la mesa estuvo con nosotros un actor español, Alberto Catalá, que siempre aparecía en sus películas en papeles cortos. En un tercer viaje con unas barranquilleras, propietarias de agencias de viaje, me tomé una foto con un busto que en su honor sus admiradores y autoridades mexicanas colocaron en una de las zonas más importantes de México.