Hace un año fui invitada a participar en la Tertulia EL HERALDO con el fin de que los diferentes gremios concertaran con las autoridades locales la agenda para promover a Barranquilla como la Capital de los TLC. Se habló sobre la gran tarea que imponen los TLC, listando como prioridades en la agenda: bilingüismo, conectividad portuaria, férrea y comunicaciones e infraestructura, para lograr el objetivo de convertir a Barranquilla en la capital del TLC y atraer la inversión extranjera.
Yo desde mi formación como abogada especialista en Propiedad Intelectual veía el TLC como la enorme plataforma para poder exportar la creatividad, a través del desarrollo de industrias creativas cuya base es la creatividad y la innovación, protegidas mediante la propiedad intelectual.
Y es que para nadie es un secreto que la gran mayoría de los exponentes de las industrias creativas en nuestro país provienen de nuestra Costa Caribe: Shakira, Sofía Vergara, Silvia Tcherassi, Carlos Vives, Gabriel García Márquez, Francesca Miranda (salvadoreña-barranquillera).
Al ver que el tema del desarrollo de las industrias creativas no se mencionaba en la tertulia, pregunté al Gobierno local y a la academia si tenían contemplado algún laboratorio para el desarrollo de la creatividad en la ciudad de Barranquilla, y manifesté que la economía creativa en Europa ya era una economía reconocida y a la que se le daba prioridad. Cité además que la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual había realizado un estudio en Colombia y que el resultado fue que estas industrias representaban el 3,3 % del PIB en el 2005 y se habían generado en esa fecha más de un millón 300 mil empleos.
Insistí mencionado a nuestros exponentes internacionales si había algún plan dentro de la agenda local de promover, incentivar y educar en relación con las industrias creativas aprovechando el TLC con Estados Unidos. La respuesta fue nula. Yo me quedé un poco apenada al sentir que estaba hablando en lenguaje extraterrestre.
Hoy, en la agenda local el desarrollo de las industrias creativas es una realidad, y sobre todo una prioridad. Esto, gracias a que un banco que por años había dedicado su esfuerzo y su experiencia a la financiación de infraestructura dura para las regiones, quien bajo esta administración decidió darle prioridad a invertir recursos humanos, técnicos y financieros en los asuntos culturales prioritarios y emergentes del país.
Este banco piensa que más que invertir en infraestructura tenemos que voltear nuestra mirada al ser humano como eje de la sociedad, dando prioridad a la inversión en capital social que genera cultura colectiva, y ese es un paso adelante en la apuesta por la sostenibilidad de las ciudades en nuestro país. Este banco, luego de un estudio, proyectó que el principal activo en Barranquilla era la creatividad de su gente, determinando que hay insumo suficiente para fortalecer de manera paralela esa creatividad con los desarrollos industrial y comercial de la ciudad. Esa economía creativa que se nutre de las ideas, de las artes, que dan sentido a nuestra carta de presentación a nivel mundial: el Carnaval de Barranquilla, y nuestros exponentes creativos que están de más nombrar.
Findeter postuló a Barranquilla como piloto de una plataforma en construcción de Ciudades Creativas, y se beneficiará la ciudad inicialmente con 600.000 dólares ofrecidos por el BID para realizar un gran estudio que oriente un plan de acción en economía creativa.
Esperemos que ahora sí, en la agenda local esté como prioridad dar apoyo en la gestión de la innovación y creatividad de los barranquilleros, y en la creación de sus emprendimientos creativos y culturales.
Por Gina De Echeona
gina@decheonafranco.com