No voy a comentar el espectáculo del presidente-candidato y el candidato en cuerpo ajeno. Es tan bochornoso y dañino que me niego a echarle leña al fuego con mi indignación y, si lo traigo a cuento es solo para subrayarles a quienes no votan o están en trance de votar el 25 (sin los compromisos y favores del clientelismo en las elecciones parlamentarias) que su participación es necesaria, a menos que quieran más de esa medicina .Ahí se las dejo, porque mi objetivo hoy son los abstencionistas, ese 60 por ciento de personas que estando habilitadas para votar no acuden a las urnas, esos que la senadora electa por la Alianza Verde Claudia López cita como “ciudadanía independiente que se autoinhabilita para conducir la paz y el país y dejárselo, por enésima vez, a la clase política que detesta”.
Y ahí está el quid del asunto, amigos y amigas, cada vez que uno de ustedes se aburre con la idea de salir a votar o que privilegia un guayabo sobre la participación o que no va porque “siempre salen los mismos”: después de rayo caído, por favor, no culpe a ninguna persona o partido político, plántese frente al espejo y dígase “soy el gran responsable de que el país sufra, porque pude cambiar el rumbo y no me dio la gana de ejercer un derecho y cumplir un deber ciudadano”.
Una vez que el próximo domingo termine sin la presencia de ustedes, tendremos en la Presidencia más de lo mismo, ya que las dos candidaturas que perfilan las encuestas como finalistas son precisamente las de Santos/Vargas y Uribe/ Zuluaga, dupletas que no nos han enriquecido con programas claros y de beneficio general sino con promesas nuevas, mientras frente a ellos están otras candidaturas, no perfectas ni extraordinarias, pero encarnadas por personas decentes, pausadas, con pensamiento crítico y cuyas propuestas dan respuesta directa a los problemas que asolan al país, sin ofrecer paraísos ni llevar a las FF.AA. al paroxismo del armamentismo. Además, no le temen a firmar la paz sin odio ni retaliaciones.
¿Cómo puede ser posible que ustedes depongan un derecho inalienable que les permite decidir hacia dónde debe seguir el país? No es cierto que siempre salen los mismos porque hicieron trampa, se atornillan porque ustedes les prestan el tornillo y hacen de madera tierna. Por favor, amigos y amigas, salgan a elegir presidente, porque ahí definimos el modelo económico del país, la forma como seremos gobernados y con qué clase de altos funcionarios habremos de lidiar cuatro años. Definiremos si queremos una nación sin desigualdad y con inclusión, donde el ser humano sea prioridad y nos garanticen a todos los derechos o si preferimos que el desarrollo y el progreso se mida en mayor diferencia social, cemento a la lata, inversión extranjera matando a la industria nacional y la política comercial sobrepuesta al derecho de vivir de los campesinos que llenan nuestra canasta familiar en un 80 por ciento y con la guerra al máximo.
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