El 4 de diciembre del año pasado escribí una breve despedida luego de confirmar mi aspiración a la Cámara de Representantes por el Centro Democrático. En las elecciones logramos un número importante de curules y nos convertimos en partido de oposición para defender las ideas de una gran cantidad de electores que creen que no todo es color de rosa en nuestro país. Hoy, casi 8 meses después, debo volver a despedirme de esta columna en EL HERALDO.

Recién el 20 de julio pasado tomamos posesión 39 congresistas liderados por Álvaro Uribe Vélez y juramos defender los intereses de todos los colombianos, trabajar por garantizar oportunidades y beneficios para ellos y que todo sea dentro de la justicia y el respeto a las libertades. Somos oposición –sí– pero ante todo seres humanos enamorados de nuestra condición de colombianos.

Tengo mucha tristeza en mi corazón por tener que dejar este espacio de opinión en el más importante diario de la Costa Caribe y sin dudarlo, uno de los más influyentes de Colombia. Es cierto que sigo con el mismo deseo de servir y de denunciar aquello que no está bien o que tiene un manto de duda a su alrededor.

Por ejemplo, no callaré desde mi curul de expresar mi inconformismo frente a los manejos políticos que le da el gobierno actual al sistema democrático. No dejaré de exigir mejorías en casos como el sistema educativo y que lo de las pruebas Pisa no se repita nuevamente, me mantendré firme en exigir que no nos oculten los rezagos en competitividad, levantaré una y otra vez mi mano para proponer caminos que realmente conduzcan al desarrollo de la mano de la innovación y con todas mis fuerzas legislaré para que la paz llegue con justicia, con reparación a las víctimas y sin un milímetro de dudas o de impunidad. Los colombianos perdonaremos los errores de nuestros hermanos, pero a cambio esperamos coherencia y honestidad en que el terrorismo asuma el costo de sus errores.

Todo esto, entre muchas otras situaciones de la agenda nacional, les prometo que no pasará desapercibido por mi responsabilidad de representarlos.

Gracias por leerme en este espacio cada semana. Gracias por sus comentarios, gracias por sus críticas, gracias a todos. Creo con total plenitud que la deliberación siempre es fructífera cuando el deseo es de construir patria, allanar la vía hacia el futuro. La diversidad en las opiniones y la argumentación de parte y parte es aquello que enriquece las decisiones para ejecutar una acción. Cada palabra de aliento y cada letra de recriminación las recibo y contemplo con el mismo afecto porque sé que buscamos el mismo fin. En mis redes sociales y en mi página www.tatacabello.com podremos seguir interactuando.

A la gente de EL HERALDO, mi querida familia de EL HERALDO, muchas gracias y mi eterno cariño por permitirme hacer parte de su prestigiosa alineación. Son más que un medio, son un patrimonio inmaterial de la costa entera.

Por si acaso: Ya escogidas las mesas directivas en el Congreso, la expectativa es muy grande para que ahora que el Caribe reciba una avalancha de buenas noticias. La Cámara alta y la baja tienen costeños en la presidencia y ellos saben de ese compromiso histórico. Dr. Fabio Amín y Dr. José David Name: el olvido ha sido mucho, pero el poder y respaldo que tienen ustedes es muy grande.

@Tatacabello