Felipe Jaramillo Samper es propietario y/o representante legal de varias compañías proveedoras de armas que han contratado las Fuerzas Armadas de Colombia durante las últimas décadas.
Las actividades comerciales de Jaramillo andaban bien, tenía un negocio lucrativo, hasta que se subió al poder su mejor amigo Juan Manuel Santos como ministro de Defensa. Desde el año 2006, sus negocios curiosamente dejaron de ser lucrativos para convertirse en multimillonarios. Los ingresos operacionales de Helicentro, una de sus tantas sociedades, crecieron en un 318% si comparamos con los periodos 1996-2006 y 2006-2011, subiendo sus utilidades en un 400%. Otro de sus negocios, la sociedad Alfonso Jaramillo y Cia, aumentó en 324% sus ingresos en los mismos periodos comparativos, acrecentando en 1.464% sus utilidades. ¿Extraña coincidencia?
Esto no acaba aquí. Felipe Jaramillo, quien representa a la empresa alemana de armas de fuego Sig Sauer obtuvo contratos para esta con la Policía Nacional en el año 2006 por un monto aproximativo de 150 mil millones de pesos. Tres enigmas en torno a este negocio:
1) En febrero de 2005, el Ministerio de Defensa desarrolla los criterios técnicos que tiene que cumplir su futura licitación de compra de pistolas. El 21 de diciembre del mismo año, el ministerio hace un examen técnico de las pistolas Sig Sauer y concluye que estas no cumplen con los requisitos. En julio de 2006, mismo mes del nombramiento de Santos como ministro de Defensa, se abre una contratación directa para la compra de pistolas y se hace una audiencia de aclaración en la cual Felipe Jaramillo pregunta sobre los requisitos de importación de sus armas Sig Sauer. El Fondo y el ministerio responden que estas requieren de un permiso especial de importación por parte de Alemania por ser Colombia un país en conflicto, según la legislación de esta nación europea. En septiembre 2006, el Fondo declara desierta la contratación porque los proponentes incumplen los requisitos técnicos y de importación.
2) Sin embargo, a pesar de todo esto, el 15 de diciembre de 2006, Santos firma la adquisición de las pistolas decidiendo, en complicidad con Sig Sauer, triangular la producción de las armas, teniendo partes fabricadas en Alemania, ensambladas en Estados Unidos y finalmente vendidas a Colombia. La venta de estas armas en Colombia implicó la violación de la prohibición de venta de armas a países en conflicto –de acuerdo con las leyes alemanas y de la Unión Europea–, siendo esta compra-venta objeto de investigación en múltiples países.
3) Al recibir Colombia estas pistolas, estas reportaron un sinnúmero de fallas, dentro de las cuales se encontraron, según un reporte de la Policía en 2011, 98% de cañones no aptos para utilización sobre una muestra de 1.070 pistolas revisadas. De esta manera, se confirmaron las clarividentes carencias técnicas de las pistolas, advertidas desde la apertura del proceso de compra.
Asimismo, según cálculos de la senadora Paloma Valencia Laserna, quien investigó y sacó a la luz estos indicios de corrupción, el Estado habría sufrido un daño patrimonial estimado en medio billón de pesos mediante los contratos de Felipe Jaramillo. El ejemplo de Sig Sauer es solo la punta del iceberg.
@QuinteroOlmos