No cabe la menor duda, el nuevo directorio telefónico de Publicar S.A., ahora llamada Guía Telefónica Barranquilla 2015, representa una verdadera falta de respeto y de consideración, con un nuevo formato que afecta negativamente a la totalidad de los usuarios residenciales –y también a comerciales e industriales– de líneas telefónicas fijas en la ciudad y el Departamento, los cuales fueron olímpicamente ignorados en el mencionado directorio. ¡Qué demostración de desprecio ante tantos miles de ciudadanos y empresas! Los personeros del Distrito y del Departamento deberían analizar lo sucedido y utilizar medios legales para que esta situación no vuelva a repetirse. También las dos empresas de telefonía fija locales, que ya son una con dos nombres, tienen su porcentaje de culpa en esta enojosa situación, ya que fácilmente se aprecia que no adelantaron la necesaria gestión ante Publicar S.A. para que en ese delgado y mezquino directorio aparecieran los nombres, direcciones y teléfonos de sus abonados de Barranquilla y de los diferentes municipios del Atlántico.

El hoy mal llamado directorio telefónico no es nada que se parezca a un servicio público y se presenta simple y llanamente como un minilibrito publicitario con el 90% dedicado a sus páginas amarillas saturadas de costosísimos avisos, el 7% de supuestas páginas blancas, con borde azul, pero tan comerciales que solo aparecen quienes publicitan en sus páginas amarillas o quienes pagan para estar en estas. El 1% de páginas, con borde verde, dedicadas estas a hotelería y turismo, también pagadas, y el resto, informativas para quedar bien con la Alcaldía y la Gobernación.

Una de las pocas ventajas comparativas de la telefonía fija era la de contar con un directorio telefónico que ofrecía a sus usuarios información de sus números y direcciones para facilitar su búsqueda a terceros, y era, se suponía, parte del servicio prestado por las empresas de telefonía. Pero ya ni con eso uno cuenta. Aunque se desconozca la causa exacta de esa estúpida exclusión, supone cualquiera que no se lograron poner de acuerdo los editores, léase Publicar S.A., de Carvajal, con Telefónica y Metrotel, hasta el punto de que ni siquiera los teléfonos de estas últimas aparecen en las páginas blancas, de borde azul, del nuevo directorio.

Recuerdo aún cuando, el 24 de diciembre del 93, con el título de ‘Un directorio telefónico departamental’, manifesté entonces en una columna de EL HERALDO la imposibilidad de saber el número telefónico de cualquier usuario de municipio del Atlántico al no aparecer en el directorio telefónico, exclusivo entonces para los abonados barranquilleros. Y el 30 de mayo del 2005 lo reafirmé con otro artículo que titulé “¿Cómo llamo a Paco en Baranoa?”. La reacción a esta columna fue positiva e inmediata. Los gerentes de las dos guías telefónicas que competían, Publicar y Danaranjo, me aseguraron que incluirían a los usuarios de todo el Departamento, y cumplieron. A partir del 2006 ambos directorios fueron titulados Guía Telefónica de Barranquilla y el Atlántico. Lo agradecí en mi artículo “¡Aló Paco!” del 28 de noviembre de 2005. ¡Hoy nos han excluido a todos!

Tendremos los usuarios de telefonía fija que guardar como un tesoro, y por años, los directorios anteriores al de 2015, y rogar para que nadie cambie de número. Esos libracos viejos serán nuestra única manera de buscar los números telefónicos de casas y apartamentos, porque a Publicar, Metrotel y Telefónica les supo a huevo nuestras necesidades y solo les interesaron sus utilidades. ¡Cuánto egoísmo, Dios mío!

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