Este año volveremos a elegir alcaldes. En 1988, cuando se hizo la primera elección, en Barranquilla, tal vez por lo novedoso del hecho, hubo una alta participación, lo que situó la abstención en el 34,5%, pero en las tres últimas elecciones (2003, 2007 y 2011) la abstención ha estado, promediando, en el 57%.
En siete elecciones (1992, 1994, 1997, 2000, 2003, 2007 y 2011) los candidatos de las fuerzas no tradicionales, o alternativas, lograron un promedio de 120 mil votos, siendo el de más baja votación Máximo Noriega, en 2007 (43.628). Correspondieron los resultados más altos a Édgar George en 1994 (162.320), Bernardo Hoyos en 1997 (158.492) y Guillermo Hoenigsberg en 2000 (149.014), pero perdió con Humberto Caiafa, quien obtuvo 173.869 votos. Curiosamente, Hoenigsberg ganó en 2003 con 99.713 votos. Le siguieron Édgar Perea (69.203) y Guido Nule (66.510).
Cuando Hoyos ganó en 1992, aliado al grupo Char, arrebató la Alcaldía al grupo Name, que luego fue aliado electoral del Movimiento Ciudadano en 1994, 1997 y 2003, en confrontación con los Char. En 2000, el charismo y el Movimiento Ciudadano, después de varios años de distanciamiento, se unieron en torno a la fórmula Hoenisberg-Char, gracias al puente que hicieron amigos mutuos de ambos sectores. Y en 2007, el grupo de los ‘pelícanos’, escindido del Movimiento Ciudadano, ayudó a la victoria de Char.
La pugna de los Name y los Char tuvo, en 2007, una pausa con la alianza de José Name a la Gobernación y Alejandro Char a la Alcaldía, pero en 2011 hubo gente de los Name que trabajó por la campaña de Juan García (113.263 votos), aunque públicamente ese grupo estuvo con Elsa Noguera.
Los Gerlein, por su parte, no pudieron colocar un alcalde de sus entrañas entre 1988 y 2011. Tampoco lo harán en 2015. Pero no han tenido necesidad de ponerlo para cogobernar desde el Concejo y tener acceso al banquete de la contratación grande. Han preferido estar en algunas coaliciones ganadoras a la Alcaldía y consolidar una influyente fracción conservadora.
El charismo, que emerge en 1990 con la elección de Fuad Char al Senado y se alía al M-19 en 1991 y 1992 para derrotar a la clase política tradicional simbolizada por los Name y los Gerlein, de grupo ‘rebelde’ ha devenido –a partir del triunfo de Alejandro Char en 2007 (223.580 votos)– en la facción oficialista que domina el Gobierno Distrital, cuyo control lograron mantener con Elsa Noguera en 2011 (227.349 votos).
Barranquilla –en 8 años de hegemonía charista– ha progresado, pero seguimos rajándonos en movilidad, espacio público, medio ambiente, cultura ciudadana, rendición de cuentas, transparencia en la contratación y descentralización de la administración, y en seguridad continuamos teniendo problemas graves.
Alejandro Char parece imbatible. Con mayor razón debería mostrar qué ideas tiene para justificar 12 años de gobierno. Si cae en la soberbia, corre un riesgo: que su proyecto político se vaya agotando como el de Hoyos. Y si la expectativa se debilita, tarde o temprano surgirá una opción que termine conquistando al temperamental electorado de esta ciudad.
@HoracioBrieva