El segundo pecado capital político es la “Gula Política”, proviene según el Diccionario de la Real Academia Española del latín gula, cuyo significado está relacionado con el exceso en la comida o bebida, o el apetito desordenado de comer y beber. Sin embargo, la literatura indica que cualquier forma de exceso es considerada como gula.

De otra parte, la biblia en los proverbios señala que: “No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne, porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño hará vestir vestidos rotos.”

Es así como universalmente la política, en contravía de los intereses colectivos, está relacionada con el “comer y beber” en exceso por parte de algunos de sus actores. La Real
Academia define el verbo “comer” como proveniente del latín comedĕre, entendido como verbo transitivo, así: “Gastar, consumir, desbaratar la hacienda, el caudal, etc.”; seguidamente, lo ilustra con la frase: “Los administradores se lo han comido todo”.

Es claro que el concepto hacienda hace referencia al conjunto de las rentas, impuestos y demás bienes de cualquier índole del Estado. Son sinónimos el fisco, el tesoro público y la hacienda, representa el bien más preciado de propiedad del conglomerado social.

Por ello se explican adjetivos como: “mordida”, cuyo significado es más explícito aún para la contextualización del pecado capital de la “Gula Política”, dice el diccionario en cita que la “mordida” es: “Provecho o dinero obtenido de un particular, por un funcionario o empleado, con abuso de las atribuciones de su cargo. Fruto de cohechos o sobornos.”

Se trata entonces la “Gula Política” como el pecado capital que consiste en el apetito voraz, excesivo y desordenado, por: “comer, morder, consumir y desbaratar” la hacienda pública, que es sinónimo de erario, tesoro o fisco, para todos los efectos es una conducta ejecutada por parte de quienes intervienen en la actividad política, sean servidores públicos o particulares, quienes ven como objeto material para consumar su conducta delictiva: el presupuesto público.

La “Gula Política” además de un pecado capital es un despreciable delito, que puede ejecutarse de diversas modalidades delictivas, tales como: peculado, concusión, cohecho, celebración indebida de contratos, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, entre otros delitos.

El producto de la “Gula Política” es inversamente proporcional al conglomerado social, mientras una élite política se enriquece la gran mayoría empobrece, entre tanto esa élite vive suntuosamente la sociedad sucumbe en la miseria. También produce resultados adversos a la mayoría por carencia de: inversión social, infraestructura, educación, salud, etc.

Es directamente responsable de los precarios indicadores económicos, sociales y medioambientales de los Estados del mundo. También está correlacionada con la falta de cultura política, no saber elegir dignatarios y frecuencia de delitos contra la libertad del voto.