Nuestra casa el planeta Tierra está en alto riesgo por efectos del cambio climático, definido como una modificación del clima comparado con su historial en periodos de tiempo, ya sea a escala global o regional. Este fenómeno puede ser causado por procesos naturales terrestres y el sistema solar, pero el que más lo incentiva es el llamado calentamiento global antropogénico: un aumento de las temperaturas por acción u omisión de los seres humanos.

Sin duda, el cambio climático y lo que este origina son los problemas más graves a los que se enfrenta la humanidad, pues compromete los ecosistemas, el desarrollo sostenible y el bienestar de la misma.

Son numerosas las variables que inciden sobre el clima en condiciones normales y una de ellos es la producción de CO2 (dióxido de carbono), causado por casi todo lo que se ve, toca o siente y por lo que ha sido cultivado, construido y transportado usando energía que tiene combustibles fósiles. Ese dióxido de carbono produce un efecto invernadero, es decir atrapa el calor en la superficie del planeta.

Con el propósito de llegar a un acuerdo mundial para que las temperaturas no suban más de 2 ºC por encima del nivel en que estaban entre 1850 y 1899, lo que obliga a reducir los gases del efecto invernadero, están reunidos en París, hasta el 11 de este mes, 195 países.

Los debates, y ojalá lleguen a acuerdos cumplibles, se harán sobre la base de un mundo en el que se ha incrementado la temperatura en 1 ºC desde 1850; han subido en un 30% los niveles de CO2 desde la Revolución Industrial; ha retrocedido en un 4% la cantidad de hielo en el Ártico y en el que 9 de los 10 años más cálidos registrados han ocurrido desde el 2000. Claro que lo urgente a evitar es que aumente la temperatura global en 2ºC, que se considera el límite de un calentamiento global peligroso, y mucho más impedir que suba 4ºC porque en ese escenario la vida humana sería casi imposible.

Colombia, dice el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, emite al año 178.258.000 toneladas de CO2. El sector agrícola es el que más aporta, seguido del industrial y el energético. A ello también contribuye mucho la degradación de los bosques y la deforestación, los incendios forestales y las emisiones por acumulación de residuos (vertederos y rellenos sanitarios).

Alerta el IDEAM que la temperatura media en el país aumentó 0,13°C por década entre 1971-2000 y aumentará 1,4°C entre 2011 y 2040; 2,4°C de 2041 a 2070 y 3,2°C del 2071 al 2100; y pronostica que en este siglo los volúmenes de precipitación decrecerían entre un 15% y 36% para amplias zonas de las regiones Caribe y Andina, que se incrementarán las precipitación hacia el centro y norte de la Región Pacífica y que la humedad relativa disminuiría en La Guajira, Cesar, Tolima y Huila.

Todo esto afectará las épocas de cosechas, traerá nuevas plagas, cambiará la productividad y tendrá impactos sobre los precios.

De manera que asumir nuevos hábitos de consumo, sembrar y proteger los bosques y apoyar la generación de energía limpia y además consumirlas, así como ahorrar energía y agua, es mucho de lo que de manera individual podemos hacer para ayudar a salvar nuestro planeta, al país, la Región y a Barranquilla. Para luego es tarde.

@clorduy
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