Con el fin del Fenómeno de El Niño, cuyo coletazo irá hasta el próximo mes, el Gobierno nacional tendrá el espacio para estructurar y ejecutar los cambios que el sistema eléctrico requiere para ser eficiente y confiable, tal y como se concibió desde la ley 193 de 1994 (ley eléctrica).

Un primer paso de esta nueva etapa la dio el presidente Juan Manuel Santos con el nombramiento de Germán Arce, al frente del Ministerio de Minas y Energía. Desde esa cartera, el funcionario tendrá muchas tareas que solucionar, en especial si se tiene en cuenta que la coyuntura internacional de los precios bajos del petróleo no da cese.

Sin embargo, hay un asunto puntual en el que Arce debería enfocarse para abrir un nuevo capítulo en la historia del sector: la ley 1715 o más conocida como la ley de energías renovables no convencionales.

El sector privado de la Región Caribe, en particular, tiene sus ojos puestos en esta norma que fue sancionada pero no reglamentada, por lo que hay varias inversiones y negocios clave que están frenados. Una investigación reciente que realizó El Heraldo y que +NEGOCIOS (+n) retoma en esta edición, evidenció que hay unos 19 proyectos (12 eólicos y siete solares) de actores privados que vieron en el Caribe una oportunidad para invertir. Al darles una mirada de cerca a los representantes, vale la pena destacar que hay empresas con experiencia y recorrido como Isagen, Abengoa y Green Caribbean, entre otras. Atlántico, La Guajira, Cesar y Sucre son algunos de los departamentos en los que estos privados han visto potencial para las energías alternativas.

Solo Green Caribbean, que tiene bajo su título el registro del proyecto Manantial, destinará unos US$30 millones para generar 19 megavatios en un parque solar en Valledupar. Otro ejemplo es el de Jemeek WS, que entraría a generar unos 549 megavatios de energía eólica en La Guajira.

Pero no solo hay que destacar los esfuerzos que realizarán estas empresas, y por lo cual urge que reglamente la Ley 1715. También hay que resaltar el trabajo que han hecho compañías como Éxito, Bavaria y Triple A, que le han apostado a la autogeneración para reducir su dependencia al mercado y optimizar sus operaciones. Estas inversiones fueron vitales si se tiene en cuenta que durante la coyuntura de El Niño, los precios de la energía se encarecieron para aquellas empresas que no tuvieron contratos de energía en firme. Casos como estos se los contamos en esta edición de +NEGOCIOS, que también plantea en su tema central cuáles son otros retos que debe enfrentar el sector eléctrico para ser eficiente y darles a los colombianos la confiabilidad por la que han pagado por años.