En la conferencia que el ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas, dictó en la Universidad del Norte el pasado 12 de mayo, se presentaron y discutieron las perspectivas económicas para Colombia que se prevén para después del acuerdo. En esta columna hablaré más acerca de un par de preguntas que efectué en ese contexto. La primera fue respondida pero la segunda no. Ojo: no estoy acusando al ministro de evadir el debate. Honestamente, más bien creo que ante tantas preguntas del público no le fue humanamente posible responder a todas y cada una.

La primera fue si se necesita crecimiento o desarrollo, es decir, si hay que enfocarse en las tasas de crecimiento del ingreso (promedio) o en los índices de desarrollo humano (promedio). Con datos duros, el ministro mostró, con razón, que Colombia ha crecido más que Brasil ante la desaceleración global.

Sin embargo, como me permití comentar, si uno ve los datos del Índice de Desarrollo Humano, resulta que con todo y su “crecimiento” del -3,1%, Brasil está mejor colocado que Colombia, pues este está en 97 y aquel en 95.

Ante este comentario, el ministro respondió, en principio acertadamente (aunque habrá que esperar que en efecto se pase de las palabras a los hechos), que él es partidario de la “tercera vía”, lo que en este contexto significa que está en favor de políticas redistributivas que transformen el crecimiento económico en desarrollo humano. Yo estoy totalmente de acuerdo.

El ministro también presentó datos acerca de una venidera transformación de la estructura económica colombiana en la que las exportaciones que crecerán más serán las “no tradicionales”. En un análisis superficial, semejante transformación es bienvenida, dado que sin políticas gubernamentales adicionales las tradicionales no parecen requerir formar mucho de lo que los economistas llamamos “capital humano”, es decir, educación y salud. El ministro señaló acertadamente que no hay que caer en el populismo.

Relacionado con la transformación de las exportaciones, yo pregunté, sin embargo, si, aun asumiendo que las no tradicionales surgirán, ellas fomentarán mejoras en la educación y la salud sin necesidad de políticas adicionales. En otras palabras, pregunté si existe una visión no populista sino de estadistas de largo plazo para la economía colombiana después del acuerdo. La pregunta no fue respondida. Naturalmente, yo mismo sería el más contento si se me demostrará que en efecto existe esa visión.

*Profesor del IEEC, Uninorte. Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen la posición de la Universidad ni de EL HERALDO.