Barranquilla tiene 187 parques, para un total de 1.350.000 m², lo que nos arroja un índice de 1,08 m² de zonas verdes por habitante. Para alcanzar un indicador internacional igual a 9 m²/hab requeriría invertir $8,9 billones, suma superior a la mitad de todas las inversiones que el Distrito proyecta realizar, según el Plan de Desarrollo recién aprobado, más 34 millones de dólares anuales para mantenimiento, que es lo que gasta Tampa, EU, ciudad que cumple el estándar citado.

Para obtener ese dinero habría que decretar una valorización por beneficio general por muchos años, que tendrían que pagar los casi 300.000 predios que existen en Barranquilla, lo que, por razones de equidad, afectaría más a los estratos 4, 5 y 6, y obviamente dispararía la pregunta válida de si esa cuantiosa inversión debería ser solo para parques, cuando existen otras necesidades.

La mayoría de los parques que tenemos estaban abandonados, destruidos, pero por los esfuerzos de quienes han administrado la ciudad en los últimos años se recuperaron 74, para un total de 500.000 m² de nuevas zonas verdes, con una inversión de $100.000 millones. Los resultados saltan a la vista.

Existe la meta de recuperar 103 parques más, con una inversión de $125.000 millones, y también necesitamos aumentar los metros cuadrados de zonas verdes. Para lograrlo, el Distrito –que no tiene y no tendrá por ahora la suma inicialmente mencionada– decidió adoptar un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial que le ordenó a los promotores del traslado o reubicación de Batallón Paraíso, entre otros, la obligación de entregarle a la ciudad a título gratuito, para áreas verdes y espacio público, el 66% del lote en caso de que los dueños quieran acogerse a los usos del suelo del sector para desarrollar allí un proyecto de vivienda.

Si ese traslado o reubicación se hubiera hecho bajo la vigencia del POT anterior, la ciudad hubiera recibido solo el 16% del predio para zona verde y, además, debía descontar de esa área las zonas que hubieran sido objeto de actuación urbanística.

El Batallón Paraíso nunca ha sido, ni es de Barranquilla. Ha sido del Ministerio de Defensa que, con el cambio del POT, fue notificado de que, tarde o temprano, debería reubicarse, pero no para ser expropiado. Lo que han hecho el Distrito y Edubar fue acelerar la reubicación a través de los instrumentos de planificación territorial, que para bien de la ciudad han apoyado el Ministerio y la Agencia Nacional Inmobiliaria que depende de la Presidencia del República.

Que Barranquilla reciba 25 hectáreas para un megaparque en el Paraíso sin que tenga que desembolsar un peso por ellas, a las que hay que sumarles las del Parque Bicentenario que impulsa el padre Cyrillus Swinne, más las 40 hectáreas de zonas verdes que tendremos en La Loma y las 15 que surgirán con la Avenida del Río, aumentará el índice de zona verde por habitante de 1,08 a 1,72 m², merece todo el apoyo ciudadano porque esos espacios –sin duda alguna– son mejor calidad de vida.

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