Anualmente escuchamos a las personas formular planes para prosperar en el año nuevo. Comúnmente las cosas no salen bien. Muchos se quejan de la “mala suerte” y se sienten víctimas impotentes de las circunstancias. Afortunadamente, los seres humanos podemos controlar el resultado de nuestras acciones. Analizando las variables involucradas en el fracaso vemos los cinco comportamientos que te pueden ayudar a fallar intencionalmente:
Aplazamientismo: es la tendencia a postergar cualquier obligación. No hagas nada cuando te lo pidan, espera que te den ganas. Por la Ley de la Autorregulación y Reasignación de Tareas Incompletas (LARTI), te considerarán no confiable y te evitarán al máximo.
Echaculpismo: es el hábito de echarle la culpa a otros por lo que sale mal y una estrategia para explicar las fallas. Debido a Ley de la Recirculación de Culpa y Vergüenza (LRCV), así aseguras que se defiendan de ti y te culpen frecuentemente.
Sacacuerpismo: es la inclinación a sacarle el cuerpo a las dificultades. Desaparécete cuando hay mucho por hacer o cuando las situaciones se agraven. Debido al Sistema de Alivio y Balanceo de Cargas Pesadas (SABCP), puedes asegurarte de que la gente va a prescindir de tus servicios para no complicarse contigo.
Primeroyoismo: es la costumbre de tomar ventaja y sacar provecho sin preocuparse por los demás. No dejes que te anticipen en nada y usa a otros para tu beneficio. Se el centro de atención y habla de las ideas o acciones ajenas como si fueran tuyas. Por la Ley de la Redistribución Periódica de Protagonismo y Reconocimiento (LRPPR), al estar dedicado a pavonearte y auto-complacerte, ya no es necesario tenerte en cuenta.
Minimalismo: es el arte de siempre dar lo mínimo. Contribuye lo suficiente para quedar más o menos bien. Así estarás por debajo del promedio de la producción grupal esperada. Debido al Principio de Contaduría Interpersonal Recurrente (PCIR) garantizarás que los demás eviten formar equipo contigo y te consideren innecesario.
Si quieres fracasar o estancarte en el año nuevo ya tienes las herramientas.
Si por el contrario, te da por ser triunfador y exitoso, aplica estas reglas:
1. Acción Inmediata. Actúa ya. No aplaces nada.
2. Esfuerzo: entrégate con pasión a cualquier labor que te pongan.
3. Compromiso: pon el pecho a los grandes desafíos.
4. Autocrítica: auto-reflexiona constantemente y pide ser evaluado de vez en cuando.
5. Altruismo: sé generoso y dedícate a servir a los demás.
Si combinas estos cinco elementos con buen humor, optimismo, persistencia, metas claras y relaciones armoniosas, el éxito y el progreso estarán garantizados de por vida.
Lo importante es que las cosas no te pasen sin querer, sino que asumas control, sea de tu propio éxito o tu fracaso.
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