Gracias al juicioso trabajo del periodista Lucio Torres, sabemos que el pastor Miguel Arrázola, líder de la empresa ‘Iglesia Ríos de Vida’, gana sumas exorbitantes (30 millones al mes, y su esposa gana 17) y hace fraude con su seguridad social (cotiza como si ganara el mínimo), tiene propiedades por más de mil millones de pesos, carros de lujo, una mansión en Barcelona de Indias, y mucho más, gracias a que pide diezmos exagerados a su feligresía (en total recoge alrededor de 1.250 millones mensuales) con los que él y su familia se enriquecen.

El modelo de Arrázola no es nuevo, hace parte de una tendencia de “iglesias cristianas de la prosperidad” que ya ha permitido a varios pastores, como Edir Macedo, en Brasil, o Cash Luna, en Guatemala, ser unos de los hombres más ricos del mundo. El modelo se basa en decirle a la gente que si “siembra”, es decir, le dan plata, se les multiplicará. Entonces cada “Casa de Vida” debe llevar 30 mil pesos como mínimo a la empresa-iglesia, que más parece una pirámide de estafas. “Cuando a mí me dijeron que debía participar en la siembra con $2 millones como ofrenda para comprar el lote donde se va a construir la megaiglesia, yo me estresé. Si para reunir el año pasado $500 mil para participar en el Encuentro Juvenil me demoré una semana vendiendo arepas con la ayuda de varios amigos, ahora para reunir $2 millones, ¿cuánto tiempo debía trabajar?” cuenta uno de los asistentes a Torres. La denuncia de Torres es gravísima pues hasta la Policía Nacional se reúne en Ríos de Vida y uno de sus guardaespaldas es el intendente retirado de la Policía Gustavo Rodríguez Cáceres, acusado de amenazar a algunos de los jóvenes que fueron a protestar frente a la empresa de estafas Ríos de Vida. Como si fuera poco, Arrázola también difunde un peligroso discurso homofóbico, transfóbico, machista, y en contra del Proceso de Paz.

Las denuncias de Lucio Torres lograron que el pastor Arrázola dijera lo que puede interpretarse como una amenaza de muerte el viernes 10 de marzo: “Como sabes que no te puedo pegar, que bien te mereces un par de garnatá. Pero yo tengo unos manes tablúos que te pueden hacer la vuelta (matarte). Dale gracias a Dios que soy nacido nuevo y que tengo el Espíritu Santos en mi corazón, porque (si no fuera así) hace rato estuvieras en la Ciénaga de la Virgen boca abajo”. No es cualquier amenaza, pues además del gran poder que tiene este pastor, Torres ha denunciado que algunas iglesias cristianas han sido usadas por grupos como el ‘Clan del Golfo’ o el ‘Clan Úsuga’, para lavar activos. ¿Pertenecen a uno de estos ‘grupos’ esos “manes tablúos” a los que se refiere el ‘pastor’?

La Biblia nos advierte sobre esas ovejas que se disfrazan de lobo pero, ¿qué pasa cuando el lobo es el pastor?

@Catalina Ruiz-Navarro