No se puede negar que en los últimos tiempos el ritmo de vida, y nuestro nivel de autoexigencia, se ha incrementado notoriamente; dicha situación genera en los seres humanos altos niveles de ansiedad, inseguridad, estrés, fatiga y agotamiento físico y/o mental.

En la actualidad el ser humano se ha convertido en ‘inmediatista’, todo lo queremos rápido, ya sea algo material o no tangible. No cabe duda de que la motivación es un factor esencial para alcanzar nuestras metas; sin embargo, no se debe perder el equilibrio entre la motivación y el nivel de autoexigencia, ya que todo esto conlleva a los miedos, temores y preocupaciones constantes.

Existe un vínculo entre los miedos y la necesidad de control en el ser humano; a mayor necesidad de control, mayor nivel de ansiedad y temor. En nuestra sociedad se ha llegado a interiorizar la obligación de alcanzar todo aquello que nos propongamos, y en dicho camino no nos podemos permitir fracasar o fallar.

No es malo sentir miedo; el miedo es una de las emociones primarias más necesarias para la supervivencia. Dicha emoción, es natural y adaptativa, y su adecuado manejo resulta fundamental en el bienestar emocional.

El ser humano ejerce el control como una estrategia para afrontar las preocupaciones, dicha estrategia es ineficiente e incorrecta, ya que en muchos escenarios las relaciones interpersonales no se pueden controlar. El control genera una sensación de seguridad, que se vincula a un estado psicológico de confort. Sin embargo, vivir en la zona de confort te lleva cada vez más a la necesidad de controlar más aspectos de tu vida, para mantener dicho nivel de comodidad y, por ende, verse involucrado en una espiral infinito de preocupaciones y ansiedades que requieren ser controladas.

Como seres humanos tenemos la posibilidad de escoger la forma de vivir; ya sea optar por la comodidad o por la superación de los miedos, dicha decisión depende de nosotros mismos.

La decisión de superar los temores y ansiedades no es sencilla; sin embargo, existen algunas pautas que te permitirán afrontarlo de mejor forma.

1. Autoconocimiento: ¿Me siento capaz de descubrir cosas de mi mismo que quizá no esté a gusto sabiendo?, ¿quiero realizar el esfuerzo de cambiar?. La decisión de dejar la zona de confort es una de las barreras más costosas y determinantes que deben superarse.

2. Es importante identificar qué tipo de miedos se encuentran presentes, y qué función están cumpliendo en la vida de la persona.

3. Debemos restarle importancia a los logros y a la competitividad para otorgárselos a los aspectos relativos al ser y a la vida en comunidad.

4. Demos aceptar y tolerar lo desconocido como algo natural e intrínseco en la vida del ser humano. Nadie puede controlar el mañana y el ahora es lo único que tenemos.