“Cuando las suelas chillaban”
Así escuché a alguien referirse a un comentario “pasado de moda”. Ciertamente, no olvido cuando ese peculiar sonido delataba al usuario de nuevos zapatos de cuero, por supuesto. En el viejo Colegio Biffi la Salle, vecino del cuartel de la Policía Nacional y del asilo de San Antonio, el patio estaba asfaltado y con el sol se calentaba, las suelas de los zapatos cuando eran de caucho también. Los amplios corredores con mosaicos eran altos y frescos. Cuando alguien pasaba y le sonaban los zapatos se ganaba una mano de pisotones. Cuando el estreno era de marca Croydon color azul –más económicos– de El Magazine (almacén popular en los años 50) nadie se daba cuenta. El tenis de hoy pasaría desapercibido como pisadas de gato, por insonoros.
Empleos de calidad
El anuncio de la ministra Lacouture Pinedo sobre la cuota de exportación para Colombia de hasta 12.000 vehículos de carga y pasajeros de 30.000 livianos hacia Argentina y hasta 50.000 hacia Brasil, todos a cero aranceles, es una noticia favorable. No solo para nosotros como ensambladores y productores parciales de autopartes, sino para los países de origen de las piezas importadas. El puerto de Santa Marta mueve tradicionalmente los carros coreanos que llegan. Barranquilla con su inestabilidad en la profundidad canalera puede perderse de compartir esa carga de exportación. El Capitán Salas debe estar instalado en las ensambladoras gestionando el embarque por Cartagena. Aquí estamos en procesos legales –2 meses– para un dragado temporal y como que para el año entrante (2018) se surtiría el proceso de que la Zona Portuaria de Barranquilla, Soledad y Sitio Nuevo quede incluida en los trabajos de canalización desde Bocas de Ceniza. Menos mal que la ciudad cuenta con el nuevo gerente de Cormagdalena para que vele por su terruño y lo acelere porque “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.
¿El poder para qué?
Así se preguntaba el ex presidente liberal Echandía, en medio de la revuelta popular del 9 de abril de 1948, mientras Bogotá ardía y llegaban los refuerzos policiales “chulavitas” enviados desde Tunja para sostener al régimen conservador de Ospina Pérez. Afortunadamente unos aguaceros torrenciales –de los de abril aguas mil– apagaron el fuego y los ánimos de la gente. El poder alguien lo describió como la capacidad de obtener de los demás lo que queremos o de impedir a otros que hagan lo que no nos conviene. Por eso es tan importante luchar por un poder regional. El ministro Echeverri decía que “para repartir la mermelada equitativamente sobre toda la tostada”. No se trata de desconocer un poder central sino de compartir.
Referendum Catalán a pagarlo
Leyendo el ABC de Madrid, El País y El Mundo de España, encontramos informaciones diferentes a las percepciones locales. La situación financiera de Catalunya está apretada, tal como la nuestra que sobrevivimos del crédito público. Pero los bonos de Cataluña los compran todavía porque tienen la firma solidaria del Reino de España respaldándolos. Si se separan –los avales no más– como el referendo separatista fue declarado ilegal por la Corte Constitucional. Si los catalanes se empeñan en hacerlo el Ministerio del Tesoro de España no puede costearlo, así que se le cargará su costo a los votantes –en su cuenta de impuestos–. Eso desestimularía alcanzar “el umbral”, pues el referendo no sería gratis y a la hora de asumirlo los ciudadanos pueden quedarse en su casa y no votar. El gobierno central no está enviando tropas, sino un “ejercito de contables” para revisar que en el año 2017 ningún céntimo de La Generalitat de Cataluña haya costeado gastos promocionales, ni de ninguna clase para el referendo, pues sería financiar con dinero público un propósito ilegal. Quienes lo hayan efectuado serían judicializados. Aquí se pensaba que Cataluña era la región más sana y próspera de España, pero como que también tiene sus peladuras. Así las cosas, ahí ya hay muchos mejor informados pensándolo, como con el Brexit inglés.