Pobre Andrés Cadavid. El zaguero de Millonarios entró ayer al club de los que se ‘fracturaron’ la cadera ante un amague al estilo ‘Chateo’. Ya Teófilo Gutiérrez se la había quebrado a Carlos Cuesta (no fue Rodin Quiñones), el domingo antepasado en la victoria 2-0 ante Nacional. Ayer fue Yimmi Chará quien no tuvo piedad del recio defensor azul y lo hizo pasar de largo como niño en tobogán enjabonado antes de marcar el segundo tanto de la victoria rojiblanca en El Campín (2-1).

Adiós Cadavid y definición certera, sin darle chance al arquero uruguayo Nicolás Vikonis.

Un gol para verlo una y mil veces. Tal vez aburra a los hinchas de Millonarios, pero a los seguidores del buen fútbol les va a encantar.

También les gustará a los paladares futbolísticos más exigentes el accionar del volante magdalenense Víctor Cantillo. ¡Qué jugador el que se trajo Junior del Deportivo Pasto! Ahora entiendo por qué los hinchas de Nacional reclamaban airadamente, a través de redes sociales, a los directivos verdes por cederlo a préstamo con opción de compra al cuadro pastuso. Dejaron ir a un mediocampista con unas condiciones técnicas notables. No exagero.

Me impresiona la calidad, claridad y frialdad de Víctor Cantillo para pasar el balón. Casi nunca erra un pase. Brinda demasiada confianza. Si se mantiene metido en el cuento, se consolidará en la titular y se irá muy lejos.