Democracia: soberanía que reside en el pueblo. Se supone que el poder político es ejercido por los ciudadanos. La voz de todos. Los líderes políticos acogen el término, mientras que el populismo tiene cierta adicción por él. En la actualidad, hasta los dictadores justifican la tiranía por medio de la democracia. Entonces, ¿es posible que existan varios países que escojan a sus líderes a través del voto popular, pero realmente sean dictaduras disfrazadas de democracia?

En pleno siglo XXI, la dictadura de la propaganda seduce a la democracia y manipula a las masas. A continuación, mencionaré cinco países que eligen a sus presidentes por medio del voto popular. Aunque las elecciones sean consideradas fraudulentas, el pueblo sale a votar.

República del Congo: Se reconoce como el primer país comunista de África. Denis Sassou-Nguesso gobernó desde 1979 hasta 1992 gracias al apoyo soviético. En 1992, el país realizó sus primeras elecciones. Fue electo democráticamente el primer presidente: Pascal Lissouba. En 1997 fue derrocado por Sassou-Nguesso en plena guerra civil, quien regresó al poder y ha modificado la Constitución para reelegirse sin límites. No existe verdadera competencia en las elecciones presidenciales, es el único candidato.

Tayikistán: Declaró su independencia en 1991 de la Unión Soviética. Emomali Rahmon llegó al poder en 1992. Desde entonces es el presidente. En las últimas elecciones alcanzó más del 90% de votos a favor, aunque se dice que es un resultado fraudulento.

Uzbekistán: El país se independizó en 1991 de la Unión Soviética y fue gobernado por Islom Karimov, quien falleció en 2016. Conocido por ser un líder autoritario e inhumano, en 1995 ganó las elecciones con más del 90 % de los votos, aunque se comenta que su elección siempre fue fraudulenta. Después de su muerte lo reemplazó Shavkat Mirziyoyev.

Turkmenistán: Se independizó en 1991 tras la disolución de la Unión Soviética. El país ha tenido dos presidentes en toda su historia. Saparmyrat Nyyázow gobernó hasta morir en 2006. Su sucesor es Gurbanguly Berdimuhamedow, quien ha gobernado por más de diez años. En 2012 fue reelegido con el 97% de los votos. Votación que fue cuestionada por la Unión Europea y por EEUU.

Guinea Ecuatorial: Teodoro Obiang, “El dictador eterno de África” —como ha sido llamado en los medios—, gobierna el país hace más de 40 años. Es el único candidato y el líder africano que más tiempo ha permanecido en el poder. Es uno de los países más ricos de África gracias al petróleo. La corrupción ha logrado que la riqueza sea acumulada por una pequeña élite, mientras que la mayoría se ahoga en la extrema pobreza.

Chad: Ha sido gobernado por líderes sanguinarios. Idriss Déby es presidente desde 1996. Modificó la Constitución para alargar el período presidencial. La violencia diezma al pueblo. La lucha contra los rebeldes es permanente. Los atropellos a los derechos humanos son la rutina diaria.

La lista de países dictatoriales que se esconden detrás de democracias falsas es más extensa. La pobreza, desigualdad, corrupción y violencia que generan este tipo de gobiernos deberían ser debate primordial. La izquierda y la derecha, el neoliberalismo y el socialismo, han caído bajo el mismo vicio populista que rige a la supuesta democracia.

La reelección presidencial y modificación de la Constitución son los primeros síntomas de un dictador en potencia. En Latinoamérica hay varios signos de alerta. Aquí, nos salvamos por poco.

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