Floyd Mayweather Jr (49-0, 26 KO) ante Conor McGregor (0-0, 0 KO) ¿En serio? ¿Un advenedizo del boxeo pretende derrotar al mejor exponente del arte de golpear y no ser golpeado y superar a otros que con experiencia intentaron hacerlo y no pudieron derrotarlo?

De todas formas habrá que sentarse este sábado en casa a ver si Conor McGregor corre con la misma suerte del desconocido australiano Jeff Horn derrotando a la leyenda Manny Pacquiao.

Para los puristas del arte de la fistianas, la reyerta de este fin de semana en Las Vegas es una herejía, algunos ni la verán como el mítico entrenador mexicano ‘Nacho’ Beristáin, pero hay que entenderla desde lo comercial.

Con una multitud cada día mayor en los octágonos de las artes marciales mixtas (MMA o UFC, por sus siglas en inglés) y una audiencia del boxeo cada vez más estrujada por los malos fallos arbitrales, pocos combates naturales y fiascos como la de hace dos años (Mayweather –Pacquiao), pese a que desde aquel entonces hasta acá se han presentado muy buenas peleas de boxeo, es comprensible que el boxeo se valga de la masas de la MMA para impulsar su audiencia.

Y desde ya lo está logrando. Un tour promocional que llegó hasta Londres llenando escenarios para escuchar la catarata de provocaciones simuladas entre ambos peleadores, con ingresos millonarios que proyectan superar a la mal llamada ‘Pelea del Siglo’ de 2015 hace creer que no será la última vez que veremos este experimento.

En el ring, Mayweather Jr tiene los argumentos para hacerle pasar una noche larga al zurdo irlandés de barba. Con todo y sus 40 años, Floyd tiene una velocidad más allá de los púgiles regulares, una defensa con su famoso hombro izquierdo enrollándose que lo hace intocable y una dura barbilla ya probada por el argentino Marcos Maidana.

McGregor tiene una defensa que llega al 57% de los golpes bloqueados en su carrera en UFC, no es de largo aliento, solo ha pasado una vez del tercer asalto en sus combates, feroz en el primer asalto y una potente izquierda que le ha dado el 85% de sus victorias.