La Alcaldía de nuestra ciudad, a través de su Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo, acaba de abrir la segunda fase del Portafolio de Estímulos para el Desarrollo Artístico y Cultural de Barranquilla, entregando a creadores, gestores e investigadores locales 1.200 millones de pesos por sus propuestas en artes plásticas y visuales, audiovisuales, danza, literatura, música y teatro.
La primera fase, iniciada en junio último, apoyó procesos de formación, creación, producción y circulación en artes plásticas, audiovisuales, danza, literatura, música y teatro.
Esta segunda convocatoria busca fortalecer procesos como los anteriores y suma recursos de apoyo para el emprendimiento cultural y otros proyectos con movilidad nacional e internacional.
Se trata de una convocatoria abierta a personas de gran trayectoria pero también a nuevos creadores. La Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo acompañará a los proponentes con jornadas de socialización.
Los recursos de esta segunda etapa se suman a los otros 1.200 millones que ha entregado el Distrito en la primera fase del mismo portafolio. A su vez, esos 2.400 millones de pesos forman parte de los casi 6.000 millones de pesos que la Alcaldía ha destinado este año para el arte y la cultura. Nobleza obliga, queridos colegas. Lo más importante, para creadores y gestores locales, es que el Gobierno distrital haya convertido esta bolsa de estímulos ¡en política pública!, una decisión irreversible de Alejandro Char, aprobada por el Concejo Distrital, que asegura de ese modo al sector una suma igual o mayor todos los años y gobiernos por venir.
Necesario mencionar también las inversiones de la Alcaldía en contenidos y materiales para las casas distritales de cultura, donde hoy reciben formación artística más de 25.000 niños y jóvenes de la ciudad.
Ya hemos dicho alguna vez que toda comunidad debería garantizarse, ampliar y consolidar unos tiempos y unos espacios en los que se presenten, se recuerden y propongan expresiones humanas, artísticas y creativas que alimenten la imaginación, la reflexión y el juicio de sus individuos.
Los buenos gestores culturales, además de fomentar en una comunidad la búsqueda de valores que la confronten y enriquezcan, luchan por garantizar tiempos y espacios donde eso sea cada vez más posible. Tiempos y espacios de expresión, de reflexión y debate sobre lo humano, en sus diversas manifestaciones.
Un gobierno que estimula el trabajo cultural manifiesta respeto por la libertad creativa de artistas y gestores que, de múltiples formas, buscan elevar los niveles imaginativos, sensibles y conscientes de sus coterráneos en comunidad.
Nobleza obliga. Y lo digo, sombrero en mano.
Un gobierno así, solidario con el arte y la cultura, merece el reconocimiento y el respeto de artistas y gestores. En lo que a nosotros respecta, muchas gracias y felicitaciones, señor alcalde.