Pregunta: ¿Por qué en política se habla ‘de derecha’ y ‘de izquierda’? Trucutú, Barranquilla.
R.: En 1788, poco antes de la Revolución Francesa, Luis XVI convocó una asamblea de representantes de los Estados Generales. El primer Estado era el clero; el segundo los nobles: y el tercero los comunes, que no pertenecían al clero ni a la nobleza. Por el hábito francés de sentar a los invitados notables a la derecha del rey, en ese lado fueron ubicados clero y nobles y a la izquierda los comunes. En 1789, el rey les dio a los Estados Generales la categoría de Asamblea Nacional, y, siguiendo el uso, los más conservadores (clero y nobles) se situaron a la derecha del estrado de los oradores y los más radicales a la izquierda. Entonces, las expresiones ‘de derecha’ y ‘de izquierda’ pasaron a identificar distintas facciones políticas, y, por ser Francia en esos tiempos el centro cultural de Europa, se popularizaron por el mundo con rapidez.
P.: A mis 87 años nunca he visto retratos de personajes del lejano pasado en actitud sonriente. ¿Acaso la sonrisa apareció hace solo un siglo? Orlando Gómez, n. d.
R.: En el pasado, antes que sonreír era más importante poner cara de ladrillo en un retrato. Personajes de pinturas o de fotos familiares, incluyendo las de lunas de miel, lucen adustos y duros y no ríen, pero no porque estén tristes, sino para no lucir superficiales o tontos. Por razones obvias, eso se acentuaba si esos personajes eran políticos o militares. Hay pueblos que sonríen poco. El escritor ruso Máximo Gorki, sobre su primer viaje a Estados Unidos escribió que lo primero que vio en las caras de los estadounidenses fueron sus dientes: había llegado a un país donde años más tarde, para celebrar la alegría de vivir y la confianza en el porvenir venturoso, Louis Armstrong cantaría: “El mundo sonríe cuando tú sonríes”. Los rusos, desde el Medioevo, tienen este proverbio: “Sonreír sin una razón es signo de estupidez”. Ellos ven en la sonrisa algo valioso, y, antes que todo, examinan su sinceridad. En alguna parte leí que los líderes rusos dan su saludo de Año Nuevo con un semblante como si estuvieran dando un pésame. Un contraste con quienes sonríen para comunicar alegría, cortesía o sonrojo.
P.: ¿Cuál es el origen de tramoya, tramoyada y tramoyero? Juan Federico Nobmann, n. d.
R.: La palabra ‘trama’, que procede del latín trama y significa estafa, enredo o montón de hilos cruzados, se fusionó con el sufijo -oya, que quiere decir apariencia. Entonces, tramoya es una estafa o un enredo hechos con ingenio, y, en un teatro, dispositivos como telones, cortinas y luces, que se accionan para variar la decoración o los efectos escénicos en una representación. Tramoyero es un pícaro con habilidad para enredar o engañar, sobre todo en política y en negocios, o el encargado de manejar los “hilos” de la tramoya teatral. Tramoyada es el resultado de una tramoya.
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