Si se hiciera el monumento a la Puerta de Oro de Colombia, ¿cómo luciría y dónde estaría situado? Barranquilla debe pensar en esta posibilidad. Un símbolo como tal contribuiría a resaltar la grandeza de esta bella urbe y al desarrollo de una mejor identidad.

Barranquilla se ganó este sobrenombre no solo por su excelente ubicación geográfica, sino por haber sido la primera ciudad del país en tener aviación y navegación fluvial. Esta realidad la convirtió en el pórtico natural de la nación.

Las grandes metrópolis del mundo tienen sus símbolos como puertas de entrada. San Francisco tiene su Golden Gate (puerta de oro), la entrada de St. Louis, Missouri, está simbolizada por un alto arco de acero. Hay otros arcos famosos, como el Arco del Triunfo de París, el de Constantino en Roma y el Marble Arch de Londres. Alemania tiene dos famosos arcos, la Puerta de la Victoria (Siegestor) de Múnich y la Puerta de Brandenburgo, Berlín. La entrada a Nueva York está marcada con la Estatua de la Libertad, en Ellis Island, como bienvenida a los inmigrantes. Si hiciéramos el símbolo de Barranquilla, ¿se parecería a una de estas joyas arquitectónicas, o algo completamente diferente?

La próxima pregunta es: ¿Dónde ubicaríamos algo así? Hay cuatro vías mayores de acceso terrestre (Puente Pumarejo, Aeropuerto, Vía al Mar, la Cordialidad), también se puede llegar por río o por mar. O quizá se pudiera ubicar en la punta de Bocas de Ceniza.

La construcción del gran malecón, el centro de convenciones, el parque Caribe y el Museo de Arte Moderno, la transformación de los parques y muchas otras mega-obras están convirtiendo a la ciudad en un destino turístico y comercial. Solo falta el nuevo símbolo.

Tengo experiencia de primera mano con este asunto. Hace más de 20 años, en el frío estado de Connecticut, tuvimos la visión de regalarle a Barranquilla el Monumento Nacional a la Cumbia. Con un grupo de 10 colombianos creamos la Fundación Cumbia con este fin. Con la ayuda de personas de otras naciones organizamos bailes y recogimos donaciones, y diez años después se hizo realidad en las manos del escultor Roy Pérez. Hoy el monumento ilumina el camellón del barrio el Recreo en la esquina de las siete bocas. Dicha área fue recientemente remodelada por el alcalde Alex Char y ahora luce más bello. Es una efigie pequeña pero muy significativa.

Para un monumento a la Puerta de Oro se requiere algo más grande, a la par con la majestuosidad de las grandes obras recientes. Quizá se puede hacer con inversiones mixtas públicas y privadas.

Muy seguramente otros han tenido esta idea anteriormente. Para empezar, simplemente podemos recoger opiniones. Para seguir adelante, se puede hacer un concurso solicitando diseños. Afortunadamente, lo que a Barranquilla le sobra es gente que la ama. ¿Ustedes qué opinan?

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