¡Bienvenidos los guerrillos al país formal! ¡Bienvenidos también al estilo del gobierno Santos! Aún no se han reincorporado a la sociedad civil, todavía no se ha cumplido totalmente el proceso para que sean considerados parte integrante de la sociedad, su nuevo partido no se ha acomodado en la silla, ni siquiera han inventado la empresa o lo que fuere será su fuente oficial de ingresos y egresos, tanto personales como partidistas y societarios; no han tramitado NIT ni RUT para que la Dian los ubique, apenas están dando los primeros pasos hacia la formalidad, y sufren los embates de la legalidad de nuestro sistema santanderista, se quejan de sus intríngulis, al punto que recientemente alias Santrich, al fallo expedido por la Corte sobre el Acto Legislativo 01/17, lo calificó como “escatológico” (término que seguro le sopló el abogado español que los asesora), y no propiamente en su acepción filosófica del más allá, sino la otra, la sucia, que luce más acorde con la condición del calificador.

¿Escatológico el fallo? No. Olvidaron que la paz no la firmaron con suecos ni con noruegos, sino con Santos, presidente de los colombianos, a quien nada parece afectarlo, hace lo que le da la gana, intenta simular que cumple lo que promete, pero le incumple a todos, no le importan su desfavorabilidad, ni las críticas, ni los abucheos. Escatológico es casi todo lo que aquí ocurre, comenzando por el aparato judicial. Por poner algunos pocos ejemplos, la actuación de la justicia en el caso del crimen del joven Colmenares, o que una sentencia definitiva demore diez años, o los magistrados pillados vendiendo fallos. Y así es todo. En la legalidad hay que acogerse a la tramitología que fijan las leyes que dicta el mismo Congreso al que anhelan entrar, y que sufrirán cuando vayan a tramitar alguna iniciativa. Tendrán que tramitar todo y, aunque fijo presionarán votos en sus territorios dominados, fijo también sufrirán chocorazos y les pondrán conejo. Es que los guerrillos, antes de Cuba, venían habituados a ejercer otro tipo de gobierno: “Haces tal cosa o te mueres”, la desobediencia, e incluso la abulia, eran drásticamente castigadas y, claro, lograban rapidez y eficiencia. Ahora no es tan fácil, Santos puede ‘enmermelar’ a muchos, pero no a todos, entonces se enreda la JEP, le siguen cambiando algunas cosas; las zonas veredales aún inconclusas, sin servicios, y sus caminos intransitables; en fin, es el propio trámite de la formalidad por el que transitamos todos, y que a ellos no les tocó, no pasaron por el miedo de ser encanados, ni secuestrados o extorsionados, no sufrieron el susto de desplazarse por carretera hacia cualquier parte, o pisar una quiebra patas, o la llamada extorsiva, en fin, no cargaron con los fardos que carga el colombiano del común. Ahora están igual de atollados que todos los ciudadanos.

¿Escatológico el fallo? No. Escatológico aquí es casi todo, no solo el tratamiento especial que piden, sino casi todo, es lo usual. Apenas están empezando, así que, vayan acostumbrándose.

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