Cuando celebro la inauguración de la La Casa Grande Caribe, arreglo motetes para internarme en una clínica para una cirugía de oficio, digo yo, con origen en la edad y la herencia genética, de manera que cuando usted lee, mi fiel seguidor dominical, ya pasaron 72 horas desde que podemos gritar “tenemos quien de la pelea nacional por nosotros, los Caribe, de manera integral”.

Es sabido que los miembros de los ocho departamentos de esta bella Región tenemos representantes políticos y funcionarios que sufren de estreñimiento mental y canibalismo presupuestal frente al Estado, por lo que cada quien tira para su lado y, si puede, le atraviesa el pie a cualquier iniciativa del vecino con tal de obtener más aportes para la propia. Fíjense no más en el detalle cumbre de que siendo la Región que pone casi un 24% de los votos presidenciales, no ha tenido sino un candidato unitario regional: Evaristo Sourdis. Y perdió porque se disgregaron los caciques en busca de mejores prebendas en otras toldas. No menciono a don Rafael Nuñez porque su elección respondió a diferencias en el altiplano y entró de taquito como solución andina.

Por eso saludo con salvas y pirotecnia la creación de la Casa Grande Caribe que hace honor al mayor y primer propulsor del Caribe como Región, el escritor Alvaro Cepeda Samudio. En especial porque no fuimos cuatro ilusorios académicos y tres periodistas sus proponentes sino la plana mayor de la economía nacional: organiza Adolfo Meisel Roca, codirector del Banco de la República que tiene el Centro de Estudios Económicos Regionales, y para suerte de Barranquilla y la Región, rector de la Universidad del Norte a partir de junio próximo; la Fundación Promigas con Antonio Celia, un defensor a ultranza de la caribeñidad; la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, cuyo director es el cartagenero Bruce Mc- Master, un luchador incansable por el desarrollo nuestro; la Fundación Mamonal, encaminada a la inclusión y los programas esenciales Cómo Vamos de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena, que investigan y evalúan el desenvolvimiento socioecómico de cada ciudad. Mejor imposible.

Esta cumbre de asistencia libre y gratuita se centró en los cinco aspectos por donde nos desaguamos en los ocho departamentos: nutrición, educación, salud, saneamiento básico y financiamiento, y calidad. Nuestra Región ha hecho muchos avances y esta iniciativa de unirnos bajo el techo de la Casa Grande Caribe será la plataforma desde donde buscaremos en las altas esferas del Gobierno nacional se financien las grandes inversiones necesarias para cerrar la brecha inmensa que nos separa en esos cinco aspectos vitales para alcanzar la inclusión y las transformaciones sociales que requerimos con urgencia en cada uno de los ocho componentes geográficos que deben tener un solo sueño y trabajar siempre mancomunadamente.

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