Hay personas que típicamente se deprimen en el mes de diciembre. Generalmente la gente lo asocia con la nostalgia por el recuerdo de seres queridos que ya no están. Se recuerda con tristeza a las personas fallecidas, a quienes se separaron de uno, a hijos ausentes o a amistades que se dañaron. Todos esos factores son ciertos y pueden explicar en parte la tristeza sentida. Pero con los años los científicos descubrieron que existe un trastorno llamado Seasonal Affective Disorder o Trastorno Afectivo Estacional (TAE) que tiene explicaciones biológicas.

Los síntomas son parecidos a los de la depresión, tales como sentirse desganados con poca energía, baja concentración, aislamiento social y comiendo muchos carbohidratos. Los síntomas desaparecen al final de la temporada.

El TAE ocurre usualmente a fin de año y es más común en países al norte del hemisferio. Influyen la disminución de la luz solar y las bajas de temperatura. Afecta de 1% a 10% de la población mundial y es cuatro veces más común en las mujeres. Se puede dar en cualquier lugar, no solo en países nórdicos. Aunque Colombia está cerca del ecuador, de todos modos en diciembre hay una disminución de aproximadamente dos horas de luz solar y las temperaturas bajan.

El TAE está asociado con trastornos en el ritmo circadiano. Estos son ciclos biológicos (diarios, mensuales o anuales) que alteran las funciones del cuerpo, especialmente el ciclo sueño-vigilia. Además, se afectan la sensibilidad a la luz, el metabolismo de la melatonina y de neurotransmisores como la serotonina. Estos factores están asociados con la regulación del humor y el estado de ánimo. En resumen, las funciones corporales y mentales sufren variaciones de acuerdo con los ciclos de la naturaleza.

El TAE es un trastorno biológico con explicaciones genéticas, pero obviamente va ligado a situaciones, experiencias y estilos de vida. Si usted o alguien conocido experimenta estos síntomas durante esta temporada, es recomendable buscar ayuda profesional. En sus estados más graves, el tratamiento se basa en la fototerapia o medicación, dependiendo de las características clínicas y la severidad del caso.

Las siguientes actividades pueden ayudar a reducir los síntomas: exponerse a la luz solar intensa por lo menos treinta minutos diarios, abrir las cortinas para que entre más luz o usar luz artificial, hacer ejercicio diario, y tratar de dormir bien. Se recomienda seguir una rutina saludable, acostándose temprano y evitando enredar la mente con preocupaciones que causen estrés. Es aconsejable evitar el consumo de alcohol. También es importante socializar con familiares y amigos, mantener una actitud positiva y controlar los pensamientos negativos.

En conclusión, ya saben. Si alguien generalmente se deprime durante la temporada de fin de año, no piensen que es solo nostalgia o tristeza de Navidad. Puede que se trate de un trastorno que necesita más atención.

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