No ha sido Barranquilla una ciudad que haya incluido glorietas, también llamadas rotondas, en su diseño urbano por ser su trama vial la más cuadriculada imaginable. Lo opuesto a Valledupar. La capital del Cesar ostenta unas muy amplias y extensas avenidas que confluyen en grandes glorietas y en absolutamente todas se destacan atractivas esculturas urbanas que engalanan a esa bella ciudad. Aquí no implementamos rotondas sino hasta hace poco tiempo. Antes, solo en el corredor universitario hoy de Puerto Colombia, prolongación de la carrera 51B, se construyeron unas mini glorietas para retornos.

Recientemente se han diseñado y construido algunas glorietas en nuevas vías de Barranquilla y estas organizan el tráfico en esos sectores, obedeciendo así su razón primordial, pero se han desaprovechado para engalanar una ciudad que adolece de esculturas urbanas, mostrándonos como una ciudad-pueblo carente de arte público.

Pero lo peor no es que no estemos aprovechando esas glorietas para levantar en estas monumentos o esculturas, sino que estamos mal utilizándolas para impedir que eso se pueda realizar en el futuro. Y presentando excusas por lo fuerte de la expresión, es esa la mayor estupidez concebible que no sucedería en ninguna otra capital del mundo. Con excepción de la glorieta en la calle 17, barrio Simón Bolívar, saliendo hacia el puente Pumarejo, en la que se destaca la enorme bandera de Barranquilla, y en la de la Vía 40 sector Las Flores, con el busto de la inolvidable Adelita de Char, no hay otra más. Afortunadamente los directivos del Grupo Tecnoglass, por iniciativa de los hermanos Daes, construirán una imponente escultura, llamada “una ventana al mundo” en la nueva glorieta ubicada en la Circunvalación entre la carrera 51B y Vía 40. Lo absurdo es que en el resto de rotondas se haya permitido levantar elementos que contaminan visualmente el espacio público en sitios que deberían ser exclusivamente para exponer bellas esculturas urbanas, e inclusive se están sembrando bongas que podrían sembrarse en cientos de diferentes sitios de la ciudad, menos en esas glorietas porque le taparían la visual a cualquier escultura, y después si hay que removerlos, no faltarán los que lo calificarán de arboricidio.

Analicemos algunas de estas glorietas y sus condiciones actuales: 1- Prolongación de la carrera 46 con Corredor Portuario: está libre de elementos que obstruyan la vista a una escultura. 2- Corredor Portuario cruce con carrera 38: absurdamente instalaron un poste con cámara de seguridad en el centro de la glorieta. Las dos anteriores, ubicadas en una de las entradas y salidas al nuevo puente Pumarejo. 3- Carrera 53 con calle 100: aunque con una enorme torre de energía, ofrece condiciones para una escultura urbana que un artista con imaginación podría diseñar involucrando esa torre. 4- Vía 40 con la ampliada carrera 50: resulta incomprensible que le hayan acabado de sembrar bongas en todo su espacio, lo que impediría levantar en esta un monumento o escultura. 5- Una media glorieta en la carrera 46 con calle 30 y Vía 40: cuenta con palmeras que no ocultarían una escultura. 6- Tres islas entre el nuevo estadio de béisbol ‘Edgard Rentería’ y la Vía 40, lo que permitiría tres superesculturas.

Por favor, ¡alguien que haga algo para remediar semejante absurdo!

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