El ex campeón mundial de peso completo Jack Sharkey fue una figura realmente controvertible. Siendo peso completo llegó a perder increíblemente contra boxeadores de peso mediano, y en otras ocasiones se las vio con gigantes, contendores que pasaban de las 200 libras.

El nombre de Jack Sharkey está incrustado en la historia de los pesos completos por haberle cometido un tremendo foul a Max Schmeling, quien tuvo que ser levantado del tapiz por un golpe escandalosamente situado en zonas prohibidas.

Sharkey se las tuvo que ver con Jack Dempsey en un momento dado en el que ninguno de los dos tenía título mundial en muñeca. Y da la casualidad que la ‘Mula de Manassa’ tuvo que vérselas con un Sharkey crecido de verdad,que le estaba ganando el combate hasta el quinto asalto. En el round siguiente, Sharkey paró las acciones para decirle al referee que Dempsey lo había golpeado en zonas prohibidas.

Como el referee no había visto el tal golpe en zonas prohibidas ordenó que siguiera el combate. A Sharkey esto lo enojó de veras y encarado con el referee le repetía varias veces que el golpe recibido era foul “con todas las arandelas”.

“Siga la pelea”, ordenó el referee, y Sharkey empeñado en descalificar la acción. Ese momento lo aprovechó Dempsey quien, vivo como era, le mando a Sharkey un gancho de izquierda que lo derribó por toda la cuenta.

Temperamentalmente no se conocía en el boxeo de altura un púgil obsesionado como era Sharkey, quien llegó a perder su título de campeón mundial, siendo noqueado increíblemente por el gigantesco Primo Carnera. En aquel combate, donde las apuestas estaban a favor de Sharkey, se vio a un Jack tendido en la lona por toda la cuenta. Todavía en el día de hoy no se cree en Nueva York que fue legalmente noqueado por el púgil italiano, considerado por tirios y troyanos que era un soberano paquete.

Esta pelea está incluida entre las que nunca tuvieron explicación acerca del resultado.

Pero volviendo al combate entre Dempsey y Sharkey, ese golpe artero que le propinó Dempsey a su contendor mereció alternadamente aceptación y rechazo de parte del público. Sharkey terminó retirándose calladamente del boxeo en vista del fuerte rechazo de los fanáticos que lo vieron descender de calidad.