Pregunta: A propósito de EL HERALDO, ¿qué es un heraldo? Tadeo Escorcia, Barranquilla.

R.: Un heraldo, término que viene del francés heraut, es un emisario, un mensajero, un propagador de noticias. En el Medioevo era un caballero conocido como “rey de armas”, alguien de mucha importancia, pues el Estado o el soberano se valían de él para comunicar sus proclamas públicas, los mensajes trascendentales, las novedades destacadas, los ultimátum, las declaraciones de guerra..., y, además, ordenaba las grandes ceremonias, como fiestas de caballerías, y llevaba los registros de la nobleza. Por esto último, de la voz heraldo deriva heráldica o ciencia del blasón, que es la explicación de lo que son los escudos de armas de una persona, de un linaje o de una urbe. Ya en el Antiguo Testamento, concretamente en Daniel 3:4, se habla de un heraldo que da a conocer un decreto de Nabucodonosor. Y se dice que en los Juegos Olímpicos de la Antigüedad un heraldo anunciaba el nombre de cada atleta y el de su país, y volvía a mencionarlos, esta vez junto al de su padre si el atleta ganaba. Hoy, un heraldo es alguien o algo que difunde buenas o malas noticias, alegres o devastadoras, serias o frívolas, como lo hace EL HERALDO, primer medio de comunicación escrito o electrónico de nuestra región.

P.: ¿De dónde viene la expresión “hicieron su agosto”, utilizada cuando a los comerciantes les va bien? Edgardo Salas, Barranquilla.

R.: Esta expresión es antiquísima y su origen es agrícola. En el hemisferio norte, agosto es el estío, el pleno verano, la época de la recolección de cereales, frutas, verduras y otros productos vegetales, que en una situación climática normal son abundantes gracias a la luz y a la lluvia que acompañan ese periodo del año. Por eso, cuando alguien obtenía un gran beneficio económico luego de vender una cosecha generosa, se decía que había hecho su agosto. Hoy, hizo su agosto traduce que alguien obtuvo gran provecho en un negocio exitoso.

P.: Estando con unos amigos en un restaurante dije que iba “a cancelar la cuenta” y me dijeron que así no se decía. No me quedó claro el porqué. Dimas Navas, Bogotá.

R.: Tenía razón quien se lo dijo. Cancelar no es lo mismo que pagar. Cancelar es anular o derogar, y pagar es entregar el equivalente a lo que se debe, en dinero o en especie. Por lo tanto, usted debió decir: “Yo pago la cuenta”. Si alguien dice: “Voy a cancelar el agua” está afirmando que va a llamar a la Triple A para pedir que no le suministren más el líquido, pero si dice: “Voy a pagar el agua”, se entiende que va a entregar el valor de su consumo del mes, y se supone que el agua seguirá llegándole a su casa. Y si dice: “Voy a cancelar la matrícula de mi hijo”, está contando que su hijo no volverá al colegio porque usted va a sacarlo del centro docente, pero si afirma que va a pagar la matrícula, será lo contrario.

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