Corría el año 2015, la desidia del principal accionista de Electricaribe, Gas Natural Fenosa, además de evidenciarse en el deterioro de la infraestructura y por ende del servicio en la región, comenzaba a amenazar la confiabilidad del sistema regional e incluso nacional. Ello porque Colombia atiende la carga base de su demanda de energía con generación hídrica, más barata, del interior del país, y cuando la falta de lluvias exige disminuir esa, cuenta con el mayor parque de generación térmica, más confiable, en la Región Caribe. Es a través de las líneas de muy alto voltaje (de 220 a 500 KV) del Sistema de Transmisión Nacional (STN) como ambas regiones se apoyan mutuamente. Pero también el Sistema de Transmisión Regional (STR) es fundamental para la confiabilidad macro. En el Caribe la demanda crece a una tasa 50% más alta que el promedio nacional, lo cual estresa la capacidad de subestaciones y líneas de alto voltaje del STR (de 60 a 115 KV). A pesar de ello, por más de una década las inversiones a cargo de Electricaribe para su mantenimiento y ampliación languidecieron.

El Ministerio de Minas y Energía y la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) identificaron entonces 13 proyectos del STN por $3,2 billones, 28 proyectos del STR por $1,2 billones, agrupados estos en 14 convocatorias, y otro billón de pesos en proyectos del Sistema de Transmisión Local (STL). Los dos primeros grupos serían sacados a licitación por la UPME. La innovación consistió en permitir, a través de cambios en la normativa de la CREG, que cualquier empresa calificada pudiera invertir en los proyectos del STR, a los cuales en la práctica Electricaribe había renunciado, pues ese era su deber y su derecho. Obviamente todas esas inversiones las pagamos los usuarios en la tarifa. Pero los logros han sido extraordinarios: se acaba de completar la adjudicación de las 27 convocatorias y ya han entrado en operación 10 de ellas.

Resaltemos tres noticias recientes: en enero se pusieron en funcionamiento dos proyectos en Río Córdoba, Ciénaga, uno del STN que incrementa en 25% la capacidad de suministro al Magdalena, el Cesar y La Guajira, y otro del STR que incrementa en 66% la capacidad de suministro a Santa Marta. Ambos ejecutados por el Grupo de Energía de Bogotá. A principios de febrero se energizó el proyecto Caracolí, Malambo, que permite evacuar la energía de Termoflores, Barranquilla, por una nueva línea de 68 kilómetros hasta el nodo de Sabanalarga a través de una nueva subestación en Caracolí; reduce además el riesgo de restricción del servicio en el Departamento e incrementa la capacidad para atender el crecimiento de la demanda en el área metropolitana de Barranquilla. Fue realizado por Intercolombia, filial de ISA. Y el 15 de febrero se adjudicó la última convocatoria: la primera línea de transmisión a 500 KV para conectar con el STN los parques eólicos en la alta Guajira, que ya tienen propuestas por más de 1.300 MW para suministro a la región y al país. Enhorabuena.

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