En la historia del boxeo, cuando un combate por el título mundial de peso pesado, que estaba en poder de Jack Sharkey (un boxeador que se podría denominar ‘ceniciento’ porque en realidad el hombre no brillaba en ningún momento) vino una pelea entre un argentino de peso completo, cuyo nombre averiguaremos antes de divulgarse esta crónica, y el anodino Jack Sharkey.
La pelea, fijada para llevarse a cabo en el Madison Square Garden de Nueva York, no se pudo llevar a cabo por acción de un fuerte aguacero que cayó en Nueva York entre las 3 y las 6 de la tarde del día de la pelea.
¿Qué sucedió entonces? La pelea fue suspendida, no se sabe el motivo por el cual se dio por cancelado el pleito pocas horas antes del tiempo para comenzar el combate, surgiendo una serie de versiones a cuál más estrambótica como justificadora de una suspensión que a la postre fue definitiva para que no se hiciera la pelea.
El púgil gaucho que en concepto de expertos del boxeo le hubiera ganado fácil a Sharkey, simplemente se rindió antes de que se tirara un golpe, se fue del Garden y no hubo manera de saber por dónde andaba. Por su parte el promotor del espectáculo llegó al Garden a echarle un vistazo al público y se encontró con que no habían más de 300 personas. Y el hombre cuando vio aquello dijo “paticas para qeé te tengo” y canceló de inmediato el evento. Por supuesto no quiso saber más tarde de cualquier iniciativa con el boxeador que se fue del espectáculo.
Sharkey ha sido el boxeador que ha tenido más motivos para tratar de superar dificultades de diversa índole. Cuando peleo contra Max Schmeling –también título en juego– le propinó al púgil germano un golpe descaradamente bajo; Schmeling quedó en la lona revolcándose de dolor y los jueces le otorgaron la victoria por foul.
Cuando se enfrentó a Jack Dempsey para que el ganador se las viera con Gene Tunney, título en juego, la situación fue al revés: el que protestaba por un golpe bajo era el propio Sharkey, culpando a Dempsey del foul. Los lectores recordarán que cuando el réferi ante los reclamos de Sharkey dijo “siga la pelea” y Sharkey extendía su réplica más allá de lo dicho por el réferi lo que aprovechó Dempsey para conectar a Sharkey con un izquierdazo tremendo que lo envió a la lona por toda la cuenta.
Hoy, la pobreza de figuras boxísticas de categoría, tiene al boxeo profesional al borde de la clausura. Faltan estrellas de alto relieve.
¿A qué se debe esta grave situación del boxeo de la máxima categoría? Ya, a estas alturas no podemos seguir extendiéndonos. Pero podemos volver sobre el tema en próximas ediciones.