Desde el Siglo XIX los Museos de Arte jugaron un papel crucial, social, político y económico en la formación de comunidades y sus gobiernos, por la forma como estructuraron la representación. Por la arquitectura, en la exhibición de sus colecciones y sus prácticas curatoriales y por la forma como han promovido ideologías de ciertos grupos.
En Londres y Nueva York acaba de salir el libro, Museos de Arte en América Latina, de la editorial inglesa Routledge (2018), que presenta una colección de ensayos, que analiza las variadas y complejas funciones de los Museos en Latinoamérica, creadores de naciones. Instrumentos de la política cultural. Focos para la promoción de los nuevos pintores, del modernismo, sitios de mediación, entre intereses privados y públicos, locales e internacionales, y muy importante, jurisdicción para rechazar nociones culturales elitistas, y europeas, y la adopción de una diversidad cultural enraizada en ambientes multiétnicos.
Barranquilla aparece en este libro, porque incluye un ensayo de Isabel Cristina Ramírez, titulado: El proyecto Interamericano y el Nacimiento de los Museos de Arte de Barranquilla y Cartagena. Ramírez es profesora de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico. Recibió su Doctorado de la Universidad Nacional de Bogotá. Sus investigaciones se dirigen a la Historia del Arte Moderno y Contemporáneo de la Costa Caribe, y es autora de varios libros, entre ellos El Arte en Cartagena (Banco de la República 2010) y Geografías Pictóricas: La exploración del espacio en el paisaje de Alejandro Obregón (2013). El trabajo de Isabel Cristina Ramírez ahonda en las motivaciones locales y transnacionales, que existen bajo la fundación de los museos de arte en Barranquilla y Cartagena, (son similares pero aquí atenderemos el caso de Barranquilla exclusivamente).
El deseo de artistas colombianos de promover el arte moderno dentro de sus países y establecer museos de arte en sus ciudades coincidió con el interés de políticos y empresarios de promover los museos como lazos interesantes hacia un mundo más amplio. Artistas y personalidades de la cultura establecieron fuertes lazos con la Sección de Artes Visuales de la Unión Panamericana (hoy OEA) en Washington. José Gómez Sicre, su director, tenía la misión de cultivar y expandir el arte moderno, en todo el hemisferio, coincidió felizmente con los planes locales de crear museos de arte moderno en las propias ciudades. El proyecto de la OEA ofreció apoyo crucial para la fundación de estos museos. Fundaciones que fueron posibles por el compromiso de personas de la cultura y artistas en Barranquilla. En la ciudad, el Comité de Arte Moderno, del Centro Artístico, y sus miembros Alejandro Obregón y Álvaro Cepeda Samudio iniciaron el cambio de Salones Nacionales a Interamericanos de Pintura, y realizaron tres : 1959-1960-1963. Sus colecciones permanentes, se reforzaron hasta el punto que ocasionó la propuesta de José Gómez Sicre, de fundar un museo que pudiera refugiar en su sede la fundamental colección de Arte Moderno que se había formado.
Dice el historiador y crítico de arte Álvaro Medina, La colección del Centro Artístico (que así se llamó) era “un hecho que convertiría a Barranquilla en la única ciudad de Colombia que tenía un acervo patrimonial contemporáneo, así de variado y actual”.
Barranquilla creció culturalmente, gracias a la realización de los Salones Costeños, Nacionales, y finalmente Interamericanos de Pintura y a la visión desprejuiciada y cosmopolita del Comité del Museo de Arte Moderno. Los pintores también ganaron y más los colombianos, que se proyectaron sobre la pantalla de otros países y los confrontaron con hechos nuevos, que los libraron de un peligroso aislamiento,
La colección permanece en el actual Museo de Arte Moderno, fundado por María Eugenia Castro y su familia, en 1986, que recientemente celebró los veinte años y que pronto nos llevará a la gigantesca sede que está construyendo en el Parque Cultural.
Adenda 1: El rector Prasca está cumpliendo su palabra. La escuela de Bellas Artes está en plena remodelación.
Adenda 2: Lo dije en la Burbuja anterior, no habrá Nobel de Literatura este año.