Transmito a continuación un resumen del blog de mi nieta María Catalina, que reside en el exterior. Dice: “Tengo una confesión que hacer: Me gusta cuando mis hijos están aburridos, y les explico por qué. No me preocupa que cada fin de semana esté plagado de planes para mantenerlos entretenidos con IPad ilimitado: es fin de semana. Pero en casa creamos juntos, papá construye Legos con ellos, cocinamos y organizamos cosas. A nuestros hijos, de 5 y 7 años, los alentamos a jugar solos, a distraerse sin necesidad de un adulto. Las pantallas nunca han sido la opción predeterminante. No es que nunca vean televisión: lo hacen, pero no dependen de ella como entretenimiento. No poseemos un sistema de videojuegos, y tenemos un iPod de la familia, una versión antigua que los niños usan los domingos durante media hora. Cuando mis hijos me dicen que están aburridos, lo cual no es muy frecuente, menciono todas las cosas increíbles que tienen en su habitación: pinturas, marcadores, juegos, etc. Aburrimiento: Me encanta cómo suena y he visto maravillas por aburrimiento. Tienen que aprender a lidiar con el silencio, con días libres de actividad y a quedarse en casa de vez en cuando, solos sin nada que hacer. Verás que serán más creativos a medida que encuentren más formas de entretenerse sin tener que usar una pantalla; jugarán afuera, se ensuciarán y podrían hacer un gran desastre. Serán niños como nosotros. Fomente la creatividad que el aburrimiento puede brindar. Enséñeles que no hay nada malo en el silencio. Enséñeles que tienen todo lo que necesitan para ser felices y completos”.
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