Se vino el Mundial Rusia-2018, máximo torneo de fútbol a nivel de selecciones y nos comienza de inmediato a impregnar de pasión, expectativa, emociones especiales como ningún otro certamen nos puede brindar.

Ya nuestra Selección trabaja muy unida, con todo, preparándose en estos momentos previos cercanos al desafiante debut. La intención es clara: llegar en la mejor forma a ese partido. Hay capacidad, experiencia, motivación, cohesión de equipo como nunca se tuvo, con objetivos ambiciosos. El cuerpo técnico toma sus últimas decisiones en cuánto al diseño de la nómina definitiva. Y la tienen clara: no se llega a esta Selección por antecedentes ni merecimientos, sino que la designación está ligada al rendimiento.

Algunos jugadores vienen de jugar muchos partidos siendo titulares. Han tenido un fuerte desgaste no solo físico sino cognitivo. Con ellos la intención es recuperarlos totalmente y que lleguen al torneo en óptimas condiciones. Otros que no han tenido una exigencia extrema, ofrecerles por estos días entrenamientos con mucha intensidad. El conocimiento y la experiencia de los entrenadores son muy valiosos en la gestión de las tareas para ponerlos a todos a punto y que realicen una gran actuación.

Se hace un inteligente trabajo en lo psicológico, tan importante en este reto que se viene en los próximos días. Unir, cohesionar, mentalizar positivamente, enfocar al equipo en sus obligaciones y propósitos, contagiar seguridad, confianza, para entregarlo todo por nuestro país.

Todos saben que se tienen posibilidades. Es una excelente ocasión para aprovecharla al máximo. Capacidad individual, experiencia, grupo-equipo, conocimiento, personalidad, inteligencia de juego.

Aunque el Mundial es otra cosa. No son partidos como los que vienen jugando en sus clubes. Acá se juega una final cada partido. Se defiende el honor, la dignidad del país, el compromiso es mayor. Presiones por el resultado pueden generar inseguridad ante el compromiso y obligan a poner el equipo como prioridad número uno. Nada está por delante. Lo individual es fundamental, pero debe actuar condicionado al colectivo.

El entrenador sabe que su fuerza radica en lo que sus jugadores hagan. Alguien dijo por ahí que el técnico es lo que sus jugadores quieren que sea. Por eso al elegirlos, Pékerman va a designar a los mejores, a los que saben hacer bien lo que tienen que hacer. Mourinho dice: mi filosofía es que los jugadores tienen que adaptarse al modo de pensar de su entrenador. Claro concepto. Contundente.

En estos momentos es vital, clave, decisivo lo que están haciendo los cuerpos técnicos y también la respuesta de los jugadores a esas propuestas. Entrenamientos a puerta cerrada, privados, es darle relevancia a las pequeñas cosas. En el fútbol le llamamos el valor invisible. Muchas veces te hace ganar los partidos, aún antes de jugarlos.

¿Qué se espera en este Mundial? ¿Qué queremos lograr? Una actuación inmejorable que nos depare una experiencia inolvidable. Unos van con la presión de ganar como Alemania, España, Brasil. Otros como Francia, Colombia, Portugal y Argentina quieren protagonismo y dar el gran golpe. También habrá equipos que con asistir ya se sienten bien.

Colombia tiene capacidad individual, experiencia, una fuerte motivación. Es una gran ocasión para realizar una actuación histórica. Vamos todos a apoyar a nuestra Selección. Es un momento propicio para brindar felicidad, alegría, triunfos. Oportunidad de quedar por siempre en la memoria colectiva si se consigue hacer la mejor actuación en un Mundial. Se tiene con qué. ¡Dale con todo Colombia!