“Ahí viene el lobo… ya viene”.
Como en el cuento infantil Caperucita Roja, el lobo (léase Fondo Monetario Internacional (F.M.I) de Washington) está que viene. Más aún también lo hemos ido a visitar. El ministro Cárdenas sostuvo con ellos una audiencia de cortesía, relaciones públicas. El Fondo Monetario, una entidad multilateral radicada en la capital norteamericana, auxilia a los países con dificultades de caja cuando hay previsibles riesgos de desatender sus compromisos por déficits en sus cuentas ctes comerciales acumuladas, por menores exportaciones versus mayores importaciones. Algo como lo que tiene a mister Trump desesperado intentando corregir sus excesos de compras mundiales versus lo que su país les vende. Por eso se comporta tan ventajoso —en sus relaciones comerciales — intentando voltear ese peligroso déficit. ‘America First’.
Experiencias dolorosas
Grecia sufrió duramente por las condiciones tan duras exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al gobierno griego para aplicar a su pueblo —que rechazaba aceptar—. Con Portugal ídem. Recientemente el presidente argentino y su equipo económico resistían ante las condiciones para desembolsar nuevos créditos refinanciando las deudas vencidas y suministrando caja para el abastecimiento de materias primas, repuestos y algunas necesidades alimentarias, así la Pampa sea un abastecedor agrícola notable.
En el FMI usualmente exigen: reformas tributarias con mayores contribuciones, aumento en la edad de inicio de las pensiones y/o rebaja de estas, reducción de ciertos niveles de salarios y privatización de bienes o empresas estatales para abonar a sus préstamos vencidos etc.
Aparente “buena situación”
Nuestra tradición mantenida en el tiempo ha sido que Colombia siempre ha pagado oportunamente. Nuestro ministro Cárdenas previsivamente ha contratado esos nuevos préstamos incrementados en alto porcentaje durante los últimos ocho años, pero hay que reconocer en condiciones de plazos más cómodos para atenderlos. También es cierto que muchas rentas (vigencias futuras) no están libres, pues fueron comprometidas para financiar obras públicas en proceso. La tarea del próximo ministro de hacienda será digna de un Manolete, Dominguín, César Rincón, o cualquier diestro de cartel, para torear las culebras bancarias. Por ello no se le podrá exigir mucho al nuevo presidente Duque quien recibe un flaco tesoro para atender las esperanzadas aspiraciones de los electores: “La carta para el niño Dios”, como las llama el gobernador Verano.
Coincidencia afortunada
EL presidente electo, Iván Duque Márquez, afortunadamente durante una década se desempeñó en los círculos financieros de Washington, como consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Eso posiblemente le ayudará en sus gestiones con sus colegas en esa capital, y le aporta credibilidad en la seriedad de sus propósitos y proyectos a considerar.
¿Por qué dilaciones en la APP del Río?
Hay quienes dicen que al Atlántico y a los departamentos ribereños del Magdalena les hizo falta en este momento el compromiso y la gestión en Bogotá del exministro Germán Vargas LL. –hoy apartado del gobierno– quien probadamente demostró en los años precedentes eficacia en sus apoyos a las inversiones en la Costa Caribe. Esta vez “el dueño de la chequera” J.M.S. y su gran visir de la economía orientó las rentas de regalías hacia otros rumbos. La normalización de la navegación del Río Magdalena es de conveniencia nacional, pero vitales para el desarrollo, el empleo y la competitividad del eje portuario Barranquilla, Soledad y Palermo donde residen 3.000.000 de personas.